Pascual & Ayelén

Hola. No soy las expensas. Tampoco soy la del 5°B quejándose por giladas (en mis dos meses en este edificio ya recibí tres notitas mágicas, qué infumable esa mujer). (Esperá, ¿es tu amiga? Capaz que me estoy mandando una cagada, no me extrañaría).

Soy Pasco, también conocido como PB “B”. Me decís Pascual y te mando una carta documento, mi mamá ya tiene cien millones. Hola, PB “A”. No sé tu nombre pero sí que tu ¿ex novio? es un idiota. Bah, qué sé yo, suposiciones. Re vieja chusma todo.
Primero te aclaro que tipeo esta nota en la máquina de escribir porque mi letra es un jeroglífico y no tengo impresora. Te la paso por debajo de la puerta porque nos cruzamos poco, debemos tener los horarios cambiados. Es una lástima, tengo unos ojos celestes increíbles. Ah no, pará. Esa sos vos.

Quiero ofrecerte mi ayuda. Esta mañana y por tercera vez me desperté con los gritos de un pelotudo que se para frente a tu ventana a tratarte de puta de mierda, entre otras cosas más heavys. La primera vez lo consideré un pobre despechado, la segunda un desbordado con tintes psicóticos, la tercera un violento digno de restricción perimetral. Asumo que vos llamaste a la policía, estaba por hacerlo yo.
No sé qué le habrás hecho pero no tenés cara de asesina serial. ¿Le herviste el conejo? Aun así, no da. Debe ser algo reciente, ¿no? Me pareció verlo en el palier alguna que otra vez.

Me sé un extraño pero me gustaría que cuentes conmigo. Tuve un problema con una ex que se tiró de mi auto en plena avenida para que no la deje. ¿Podés creer que me cagó con mi mejor amigo y después ella era la víctima? Actriz de conservatorio. Hasta me estampó un: “Pacual te amo” con aerosol rojo en la puerta de la casa de mi vieja. Todo un domingo rasqueteando una puerta, todo un año olvidando a una trola. En fin.

Te juro que no es de chusma y menos de que te quiero levantar, pero soy de Saladillo (¡¡¡es ciudad, no campo!!!) y allá nos conocemos todos. Medio que no entiendo por qué acá cada uno está en la suya y no le importa lo que sucede a su alrededor. Re de pueblerino el comentario pero sí. Escribo usando la “s” porque me acostumbre por la facu pero hablo y me las como todas, es muy importante que lo sepas.

Adiós.

Bue, sincerémonos.

Adió.

Pasco.
(Recordemos, NUNCA Pascual. Nunca).

¿Por qué tengo una máquina de escribir a mis jóvenes treinta años? ¿Cómo fue la infancia de un niño con ese nombre? ¿Hay vacas caminando en las calles de Saladillo? Todo esto y mucho más en la próxima emisión de: “Las cartas locas del vecino metiche” a la misma hora por el mismo canal.

Qué linda palabra: “metiche”. De una a la lista.


 

PB ‘B’, PB ‘A’ reportándose. ¡Sabía que no eras de acá! Sos el único que sabe que Omar existe, parece. Te vi cebarle mates. Era obvio. Esta ciudad agarra toda la bondad de uno, juega al paredón horas, días, magnitudes de tiempo incalculables pero en cuestión de segundos y te la devuelve toda mugrienta e inutilizable. Y así quedamos. No nos saludamos, no nos advertimos ni siquiera.

Bueno, hola, Pasco. Yo soy Ayelén, como habrás escuchado la mañana de hoy, de anteayer y del lunes pasado. El eufórico es mi ex novio, más amigo del estado de naturaleza que del civil, verás. Cortamos hace casi dos meses. Estuvimos casi dos años. Lo cagué. Se lo conté. Se pudrió. Es más complejo que siete palabras divididas en tercios pero tampoco tan.

No hice la denuncia. Mi apuesta es a que se va a aburrir y no va a venir más. Igual, para qué pintarme de macha, ayer cambié la cerradura y lo bloqueé del celular. Paso a responderte todo eso que no preguntaste: no estoy enamorada del pibe con el que lo cagué, no me arrepiento, me manejé mal, pésimo, no lo extraño. Ni sé si alguna vez estuve enamorada de él. Mis amigas se están casando y siento que un reloj biológico al que otro le da cuerda me apura, me asfixia. Quiero tener cinco años menos gran parte del día. Estoy tomando vino todas las noches. Más que antes, más que normal, menos que preocupante. Lo llamo ‘medida simpática’.

Crisis, bla, bla, bla.

Cagar es un atajo al fracaso. El tema es que lo que era un fracaso moderado pasa a ser un salame despertando a tus vecinos.
Pero bue, pido disculpas.

¿Querés venir hoy a tomar un vino a casa? Cocino congelados como nadie en el barrio. No es intención de cita. Te va a ser evidente por los pantalones de minions.

Nada, no sé, al final todos estamos re solos y a veces parece que lo elegimos.

Te podría dar mi celular pero qué encantador es esto de las notitas por debajo de la puerta. ¿Te lo trajiste de tu pueblo esto?
¿Hacés cerveza artesanal?
¿Vendés pulseritas?
¿Tenés wifi?
¿Sabés lo que es?

Bueno, avisame PascuOOOOOLEEEE.

En la vida real soy mucho menos odiosa. También miento menos. Mentira.

Aye.


Aye,
Re mil disculpas, anoche llegué tardísimo porque me quedé ayudando a un compañero de cátedra que no caza una, leí tu invitación a la madrugada. Sería mucho más cómodo si tuviera tu celular, pero sigamos así que con un poco de paciencia vamos a coincidir. Voy a omitir lo de “pueblo” porque yo ya te expliqué que Saladillo es UNA CIUDAD y vos ya te asumiste odiosa. También voy a omitir lo de los congelados. Che, ¿por qué comen tan mal acá? ¿Tanto les cuesta ir a la carnicería, comprar un pedazo de carne y tirarlo en la plancha? Se embuchan cualquier cosa y después andan presos de los antiácidos y los protectores gástricos. Allá es otra cosa, no hay este nivel de stress, se vive de otra manera. El salamín nunca falta en las picadas previas a la cena, ¿vos te pensás que alguien tiene problemas de hipertensión? Acá están todos locos y se enferman porque se vive horrible. Mi familia tiene campo viste, mi abuelo lo que encuentra por ahí caminando te lo tira al fuego, olvidate. Y andá a decirle que algo no te gusta, te corta en fetas y te hace a la parrilla. Se come lo que se prepara, no es joda.
Te voy a traer salamín cuando vaya de visita, son los mejores del mundo. Sí, lo que leíste.

No hago cerveza artesanal, sí hice dulces en el campo. No vendo pulseritas. Claro que tengo WiFi, lo comparto con Tito. ¿Sabías que en el edificio tenemos a un ex combatiente de Malvinas? En el 1ºB. Me arregló la bici, un ídolo el Tito.

Che, ¿por qué estás en crisis? No me gusta. ¿Te pasa algo grave? ¿O tenés miedos que vos misma te inventás, como hacen los de acá? Bueno, ahora quiero ayudarte. ¿Es por tu ex? Hoy no me despertaron sus gritos así que quizás se calmó. La policía lo debe haber asustado, esperemos.

No sé, no entiendo el engaño. Soy medio cuadradote, viste, chapado a la antigua. Yo me quiero casar y tener pibes, soy fiel y jamás perdonaría a alguien que me caga. Sé que todos manejan camionetas y yo vengo en carreta, pero bueno, tengo la cabeza cerrada. Andá a decirle a mi abuelo que tenés una relación abierta, te corta en fetas y te hace a la parrilla.

Tomemos vino. ¿Viernes a la noche? Te hago un matambrito a la pizza. No me hagas la de ser vegetariana te lo pido por favor. No es intención de cita. Te va a ser evidente por el short de River.

El coso de Welcome que tenés en la puerta, los pantalones de Minions… te voy a regalar una escarapela. ¿¿¿???

Adió.

Pasco.

Che, quedo re Odiador Profesional de la Ciudad, pasa que a veces extraño mucho pero todas las oportunidades laborales y de estudio están acá.

Como que siempre tengo que acotar algo después de firmar.


“Allá” siempre es otra cosa, por eso es “allá”. Pero vos estás eligiendo estar acá, amiguito.
No deberías haber llamado a la policía si yo no lo hice.
Lo charlamos a la noche.
Voy. (Que en realidad ahora mientras lo leés es Vengo).


Acá estoy, otra vez. Perdoná si ayer fui muy, digamos, tajante con mi palabrerío. Es que la gente dice que es chapada a la antigua como metáfora de que es fiel, como si antes la gente no se cagara, y me saca, boludo. La gente se cagó en la gente desde que existe la gente. No hay carretera de tierra o tereré que pueda amenizar eso. Pero me caíste súper Pasco, y cocinás de puta madre. Y me aguantás, y te reís de mí y conmigo. Nada de eso es poco.

Esto va a ser largo y espero que se entienda todo: justo ayer hablaba con una amiga médica y me contaba que en la carrera se estudiaban distintos tipos de infidelidad: accidental, habitual, romántica, como arreglo de pareja, etc., etc. ACCIDENTAL, ¿entendés? Como si una fuera a tropezarse con la pija de un compañero de laburo. Como si en la ceguera parcial de un estornudo la boca aterrizara en la boca inmediata. Increíble. Anecdótico. Pasajero. Inmemorable.

Las instancias para cualquier cosa son esas cuatro, boludo. Quedé re flasheada con lo que hablamos ayer de cómo todo tiene un ciclo. A raíz (guiño guiño) de eso te quería pedir: ¿te puedo hacer una copia de las llaves y me regás las plantas a la tarde, cuando da el sol? Porque yo llego tipo 10 y creo que vos tipo 5, 6, ¿no? Me harías un gran favor a mí y convertirías mi casa en un lugar, por lo menos, habitable. Mi casa hoy es una celda con 3 o 4 cuadros.

Nada, chabón, te quiero. Ojalá no pienses que soy un sorete. Lo de la crisis es más sentido figurado que literal, pero coqueteo con el precipicio de lo que implica ser una mujer de mi edad seguido, no te voy a mentir.

Si te hago una copia no te metas a la madrugada mamado en la cama, eh. Mirá que ya te he visto tomar y se te sueltan un par de cables.

Te dejo mi cel, si querés seguimos por ahí: 115-778-9630

“Aie”.


Al final no te aclaré que yo no llamé a la policía, estaba por hacerlo pero alguien me ganó de mano. Ahora que tengo el recuerdo fresco de tu voz me puse a releer las cartas, para que las letras tengan tu melodía.

A mí también me caíste súper. Hiciste que una noche de viernes cualquiera en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fuera fantástica. Me encanta tu acidez y cómo se te frunce el ceño cuando hablás. Sos medio terminante, viste. Pero a mí me pega lo melancólico y me gustan las mujeres con carácter. Me cagaste un poco a pedos pero bien, es lindo sacarte risas.

Che, ya me dijiste que me querías y me ofreciste la llave de tu casa pero yo sigo siendo (casi) un extraño. Te voy a mandar con mi mamá para que te dé una clase de seguridad, no sabés cómo me quemó la cabeza antes de venirme (y ahora también, si me llama y no la atiendo se desespera y a la hora tengo 40 llamadas perdidas). Siempre piensa en un secuestro seguido de asesinato, siempre.

Claro que sí, espero la llave. Ahora en un rato te escribo desde el celu, todavía tengo el número de allá. Nunca “allá” es otra cosa si está tu familia y los que más te quieren. Pero acá se me necesita porque ahora tengo plantas que mantener con vida, qué emoción. ¿Viste qué divinas las mías? Bueno basta que me pongo re tía. Te fuiste y la gata se quedó mirando la puerta un rato, te juro.

¿Cómo es el recital al que me querés llevar?
Bue ahora te hablo por WA.

Pasco.

Me gusta esto, cada tanto quizás te tire alguna nota eh.

Che yo pronuncio la Y, AYYYYYYYYYYYYYYYYYYE.
Ahora te mando todas las “s” que me comí:
S s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s s


 

Puto el que lee.

Pasqui, te dejo una nota en remembranza de cómo nos conocimos. Me voy a la peluquería. No quise despertarte porque roncabas como un lobo marino atascado entre piedras. Hoy seguro te toca el timbre la inquilina de mi depto para darte el alquiler. Si deja la puerta abierta chusmeá un poquito las plantas.

Tomate un minuto cuando te despiertes para evaluar la idea de hacer algo con la cantidad de envases retornables que nunca retornamos. Capaz pueden ser jarrones. Capaz podemos practicar destructoterapia en el patio.
Lo hablamos cuando vuelva.

Te amo, pueblerino apestoso.
Aye.

Fausto & Johana

Pretendo poco de este mail porque en todas las instancias anteriores sigo en línea de espera, pero llegué al nivel de desesperación de admitir estas cosas para saber qué pasa.

Joha, ¿estás bien vos? ¿Te empezó a incomodar algo? ¿Alguien? Ya los dos sabemos que esto no se puede en tanto vos sigas siendo mi alumna, o alumna de esta universidad para el caso. Pero me parece que ya estamos en el baile. A mí me gustás, me gusta lo que viene siendo. Pienso en vos cuando salgo del aula, también. Te veo tomar mate en el pasillo y sigo de largo pero no te saco de mi cabeza casi nunca.

Yo creía que estabas en la misma, pero siento que te me estás escapando. No me respondés, no me hacés caras en clase, qué sé yo, no me queda otra que preguntar, por más de que no sé si quiero saber la respuesta.

Perdoná si te resulta de algún modo increpante. Es todo lo contrario. Soy yo reducido a mi unidad mínima de inseguridades.

Ser (el) más grande a veces es una condena, no te creas.

fhs-


Fausto, ¿cómo va? Yo estoy acá, sigo en la misma de siempre, igual a la tuya, solo que un poquito cansada.
Me gustás muchísimo, de verdad, te veo y me derrito. Es una mezcla entre admiración, deseo, cariño y obsesión lo que me corre por el cuerpo, todo en la medida justa para que se me llene de cosquillas la panza cada vez que te veo. Pero también me siento como abrazando el aire…

De chiquita jugaba a tomar el té (nunca entendí por qué se espera que las niñas jueguen a merendar y los niños jueguen a divertirse). Tenía una mesita con sillitas rosas y toda la vajilla de plástico, que simulaba ser de porcelana, decorada con flores. Siempre venía una amiga y estábamos horas haciendo la mímica de tomar el té en tazas vacías. La gracia era pretender que sí pero aspirar aire. Así me siento ahora: imaginando que sucede lo que no tiene contenido.

Me encantan nuestras muecas en clase, las notitas ocultas en los parciales, los ojitos cuando nos cruzamos por los pasillos. Pero eso es todo lo que tengo de vos. Jamás compartimos ni un mate, muchos menos una caricia, ni hablar de un beso.

Quiero un beso, Fausto.

Me imaginé nuestro beso miles de veces, en cada rincón de la biblioteca, en cada piso del edificio, hasta entre los autos del estacionamiento. Quiero estar con vos. Me hace falta el calor de tu piel. Tenemos una relación a distancia estando a cinco metros de separación.

No sé si es porque la universidad tiene esas reglas retrógradas o porque no te gusto físicamente, me pregunto todo el tiempo por qué no damos ese paso, por qué no hacemos física toda esa conexión mental. Me muero de ganas de que me abraces. Aprieto la almohada contra mí pensando en vos. Me toco recordándote. Me visto pensando en tus colores favoritos.

No puedo seguir tomando de una taza vacía, quiero ponerle el cuerpo a esto.

Me llegó el rumor de que estás separado pero no divorciado y que seguís viviendo con tu mujer. ¿Eso es verdad?

Soy más chica pero tengo todo por delante y lo quiero con vos.

Johana.


Hace un mes y medio te acompañé a la parada del 132 y te quise dar un beso. Me corriste la cara. Tuvimos por lo menos cinco segundos de no decirnos nada. Yo mirándote a vos y vos mirando el piso. Cinco segundos de estar cerca tuyo después de que no quisieras responderme un beso son un montón de segundos, Joha. Pero lo entendí porque estábamos a un par de cuadras, era la hora de salida y todo eso que no quiero (pero aparentemente tampoco puedo dejar de) repetir.

Fue la primera vez que fue incómodo entre nosotros.

Me miraste y me dijiste que no podías. Y desistí pero porque quiero respetarte, porque te respeto, de hecho; no porque se me fueran las ganas. No me hables de muñecas y tu infancia porque pienso en el poco tiempo que pasó de eso a hoy, por lo menos con respecto a la mía. No sientas que acá no hay nada cuando sabés lo que me pasa porque te lo dije mil veces, te lo vivo diciendo, cada vez que puedo te escribo sobre lo linda que estás, que sos, que viniste, te vas, que todo el tiempo sos linda y no tengo que estar viéndote para confirmarlo.

A ver, vamos a ser claros. Ni yo voy a dejar mi trabajo ni vos vas a dejar tus estudios por esto. Sería imprudente y apresurado, pero tampoco creo que el factor adrenalínico nos propulse tanto. Lo que no entiendo es por qué ahora de repente querés un beso. Por qué se te fue la cautela, cosa que no repudio, que en todo caso celebro, pero no termino de entender.

Estoy separado pero es complicado de explicar. Vivimos en un departamento del abuelo de Gabriela que está en sucesión, y hay mucho lío familiar de su lado por vender la propiedad y que nos mudemos, y ella está muy angustiada y no es el momento idóneo para abrirme. El país se derrumba, todo se derrumba y uno no puedo atajar los bloques de cemento y apilarlos en el patio hasta ver qué hacer con ellos. Ojalá tuviéramos patio. Aire. Ya los dos sabemos cómo nos sentimos. Como ya no nos sentimos, más bien. Está todo sobre la mesa, pero viste como es el contexto, un hijo de puta.

Es un tema que no debería alterarte, igual. Está controlado en su cajita de cristal punzante.

Si querés y cuando quieras, nos podemos encontrar. Sólo necesito que estés segura y cómoda con todo esto.
No me hagas pasar otros cinco segundos eternos.

fhs-


 

No lo entendiste. Recuerdo cada instante de ese viaje a la parada del 132, me temblaban las piernas, me corría transpiración fría por la espalda, no veía con claridad. Estaba tan nerviosa que en un momento pensé en que me iba a desmayar.
Vos, Fausto, enorme en todos los sentidos posibles. Yo, Johana, la petiza de rulos que apenas supera los veintiún años. La pareja dispareja que tanto anhelaba adentro de mi cabeza, materializada. ¿Sabés la cantidad de noches que me arrepentí por haberte corrido la cara? Todas. Todavía no puedo creer haber desperdiciado semejante oportunidad.

Fue timidez, me muero de vergüenza, no lo controlo. No sabés lo difícil que es para mí estar parada frente a alguien que me gusta, la inminencia de un beso es como una sentencia de muerte. Se me ponen los cachetes colorados, me ataca el pánico. No reacciono con inteligencia, me anulo.
Esa vez no me importaba ni estar a un par de cuadras de la facu, ni la hora de salida, ni el reglamento de una institución que no debería regular mi vida amorosa. No me daba la cintura para sostener el sueño cumplido. De pronto sucede lo que tanto anhelaste y es tan maravilloso que no podés abordarlo. Soy minúscula, me siento así. No merezco el deseo concretado.

Me tomó un mes y medio juntar el valor suficiente para reconocerte que ese beso inconcluso es el norte de mi felicidad y que lo quiero. Lo quiero tanto que lo ensayo todas las noches en mis ilusiones más perfectas. Pero las últimas noticias nublaron el panorama, mis coloridas expectativas ahora corren en blanco y negro. Me hubiera gustado saber por vos del “Gabriela Gate”, es un tanto injusto que me lo cuente la chusma de la cátedra. No soy quién para reclamarte nada pero no fuiste sincero y hay una mínima alerta que se enciende en mi interior.

Entiendo que entre la verdad y la mentira está el gris que supone ocultar, y cada uno lo acerca o aleja de los polos según su criterio. Para mí, este ocultar es casi un mentir. Me siento un tanto estúpida diciéndote esto porque quién soy yo para poner en jaque tu situación, pero la frase: “es un tema que no debería alterarte” no logra su intención.

Quizás es hasta mejor que a ese beso lo haya arrebatado un mal impulso. Tenemos todas en contra: la educación, la edad, tu situación edilicia y mis inseguridades recurrentes. Como si una inteligencia superior hubiera actuado por nosotros. Esto es el Titanic, una maravilla con pocos botes. Te tengo absurdamente idealizado, ¿cómo me salvo cuando me choque con la realidad y me rompa?

Dejemos que esto tan amorfo como perfecto se pierda por la alcantarilla.

Ahora me gustaría que me insistas.

No lo hagas.

No es histeria, es el deseo de verte luchar por mí para probar que realmente te importo.

Por favor, no lo hagas.

Johana.


Yo tengo ganas de darte un beso. Muchos besos. Si es por mí te acompaño a la parada todos los días hábiles del año y los fines de semana te toco el timbre y te acompaño también. A cualquiera. A la más lejana que lleguemos. Me gustás en ese sentido: quiero tener ratos juntos y mimarte. Ahora, no sé si me atrevería a decir que me pasa algo con vos en el plano sentimental. No porque eso no vaya a suceder, sino porque realmente se hace difícil construirlo sólo interactuando por mensajitos en papel de 3, 4 palabras y con alguna que otra carita cómplice.

No podemos avanzar si vos no me hablás, si te ponés nerviosa cuando me acerco. Fijate que en estas dos semanas nos vimos 6 veces pero sólo nos contestamos por mail. Entiendo que sos por demás tímida, pero tenemos que inventar la forma de encontrarnos a mitad de camino. Tampoco es justo para mí jugarla de sacacorchos cada vez que quiero una respuesta, así sea a algo sencillo como “¿venís al seminario del jueves?”. Decir todo esto me hace ‘el malo’ que estoy intentando no ser.

No tengo puesto ningún freno, pero tampoco me dejás acelerar. Y la inercia también se agota.

Si vos querés pasar tiempo conmigo, charlar, contarnos las cosas que nos fastidian, que nos gustan, los miedos; juntémonos. Dejemos de explicarnos qué sí y qué no y veamos en vivo qué mierda pasa. Yo por ejemplo no puedo dormir con placares abiertos. Uso crema de enjuague para peinarme para el lado que quiero más fácil. No renuevo mis medias desde el 2006. Me acuerdo porque compré 4 pares el día que quedamos afuera del mundial. Mi recuento antes de salir es plata, celular, llaves, pañuelitos. Vivo resfriado. Eso supongo que ya lo sabés. Hace 4 años que subo 1 kilo por año.

¿Y vos?
Vayamos a tomar algo. ¿Viernes a las 20 en el a6tuna?
Contame de vos.


Me duele que digas que solo tenemos mensajitos insignificantes en papel porque nuestras conversaciones de WhatsApp no se limitaron a las banalidades de lo cotidiano. Igualmente entiendo el punto, no hay un contenido concreto de dónde agarrarse. A mí nunca me hizo falta conocer de lleno a la otra persona para pasar al plano sentimental, siempre me bastaron mis idealizaciones, pero esa es una enorme mala mía.

Estamos dando tantas vueltas en círculos sobre la nada, nos siento así. Es todo humo. O excusas. O potencial. No sucede pero sí y a ninguno le alcanza, ya hablé de mis inseguridades y ya hablaste de tu situación. Siento que podríamos seguir intercambiando mails eternamente, es una manera de postergar. Y yo estoy postergando tu invitación, palabra tras palabra. Se nos está pudriendo la fruta en el árbol solo por no arrancarla a tiempo, hay un momento en el que tiene que suceder. Sos un mero espectador de cómo me escribo todo esto a mí misma.

Me gusta llenarme la boca de gomitas y masticarlas de a poco. Escucho mis propios audios. No miro películas de terror pero me encantan los programas sobre asesinatos pasionales. Mis límites son: tres porciones de pizza / cuatro empanadas / un cuarto de helado. En invierno duermo con la estufa y el ventilador. Dejo de secarme el pelo solo en pleno verano. Me gustás. Mucho.

Sí, vamos. O ahí estaré.

(Ya empecé a respirar cortito).


Tengo necesidades, piba. Y vos ya estás grande. Entiendo que cargás con un millón de preguntas y roscas pero quedó claro que yo no te las puedo responder y si no te vas a dejar coger en la puta vida, me bajo acá.

Me gustás, pero se me acabó la paciencia.
No quiero maltratarte ni presionarte así que prefiero cortar por lo sano.

Disculpá. Sabía de la diferencia etaria, no de la mental.

Beso.

fhs-


Ah, me querías coger. Qué bueno que mis vueltas de pendeja hayan hecho decantar eso. No lo hice a propósito pero qué buena estrategia resultó.

No, profesor. No me lo quiero coger.

Espero que esto no afecte mis notas, confío en su profesionalidad así como usted confía en mi prudencia. Le mando un saludo cordial.

Johana.

Lorenzo & Olivia

Decime, cómo hacés para ser tan forro? Tipo estudiaste o qué? No puedo creerle a mis ojos, esto es demasiado. Sos la basura humana más grande que conocí, un pedazo de bosta con patas, una mierda de persona.
Andaba destrozada en cuanta línea de colectivo se cruzó en mi camino, pensando COMO UNA PELOTUDA en vos, extrañándote, llorando hasta dormirme mirando nuestras fotos, y vos… vos sos un HIJO DE PUTA con todas letras.

“No quiero una relación, necesito pensar, estar solo” me dijo hace tres meses el sorete mal cagado. Y ahora que tenés, cielo? Una amistad mágica? TE PUSISTE DE NOVIO, FORRO. FOOOOOOOOOORRRRRRRRRRRRRRRRROOOOOOOOOOOOOO.
Hoy se me ocurrió entrar a tu perfil de Facebook a pesar de que no somos amigos desde que me dejaste hace tres meses, los TRES MESES MÁS TRISTES DE MI VIDA. Venía evitando hacerlo para no torturar a la poca dignidad que me quedaba, pero ya no pude, necesitaba volver a verte. Y OH CASUALIDAD, QUIÉN ES EL INFELIZ QUE TIENE UNA FOTO DE PERFIL CON UNA RUBIA? EH? Aparte aparece TODO PÚBLICO, o sea pude ver TODO lo que hiciste en este tiempo. Cómo no se te cae la cara de vergüenza, si el destino es justo deberías morirte. De verdad, quiero que te mueras. Y si es de una forma dolorosa, mejor.

Vos y la puta esa de Florencia Agüero me pueden pasar a chupar la concha cuando gusten. Bien adentro, vengan a chuparla, hay espacio para ambos.

Divertido el álbum “día de campo en familia”, no sorete? Se los ve exultantes. Ya se la presentaste a tu mamá, qué logro, la felicito a la trola de turno con la que te encamás. A mí me la hiciste imposible, con la cantidad de excusas que te escuché decir en nuestros CUATRO AÑOS de noviazgo podría hacer una colección de cuentos de terror. Donde quedó toda la forrada que metiste en una brochete y me hiciste tragar pero por el culo? “No me gustan las demostraciones públicas de afecto”, “las fotos en pareja me parecen innecesarias”, “mi familia y mi relación son cosas distintas”.

Decime, vas a hacer con ella todo lo que no querías hacer conmigo? Esto es la venganza berreta de un forro sin testículos? Ya andabas con la prostituta esa cuando me dejaste, no?
DÓNDE ESTÁ TODA ESA IDEOLOGÍA QUE PREGONABAS CON TANTO ESMERO, PIJA CHICA? El amor de tu vida te cambió la forma de pensar, dominado de mierda?

Cualquier avance en tu vida lo lograste GRACIAS A MÍ, YO DEBERÍA DISFRUTAR DE LOS BENEFICIOS. Te cambié y ahora sos lo que yo quería que fueras pero con otra persona. Qué gracioso el señorito. Pelotudo.

Acabo de darme cuenta de que aparentemente ella tiene una nena. AAAAHHHH NOOOOOOOO. El hijo de puta que no quería tener hijos está cuidando un lechazo ajeno. Esto es el colmo.

Ojalá te mueras, pelotudo. Ojalá te mueras.

Con amor,
Olivia.


Che bajá un cambio querés? Vos leíste lo que me mandaste? Lo sostenés?

En ese momento pensaba que quería estar solo, ahora sé que no. Que simplemente quería no estar con vos. Sos agobiante mujer, Dios. De verdad. Por vos me falta el aire. Es un insulto, tomalo como tal.
Estuvimos cuatro años de novios porque vos preferías estar como el ojete a no estar. No lo pensaste nunca? Posta no lo pensaste nunca?

Me elegí minas con diminutivos ambiguos para reducir la mentira. Vos supiste siempre que me vi con Gaby, con Fer, con Ari. Te las conté. No fue sólo Florencia. Sé que soy una mierda ante tus ojos y los de cualquiera que lea esto pero qué bien se siente decirlo.

En el escenario típico de infidelidad vos sos víctima y yo soy un sorete forro infeliz y todo lo que dijiste. Pero vos sos peor, boluda. Pensalo, ME VAS A DECIR QUE NO SABÍAS? Sos una mierda con vos misma. Siempre supiste, preferías estar de novia. Porque estar de novia está bien, por más relación tóxica que tengas. Así lo dice en el mandamiento que rige tu cabecita comida por normas sociales.
Y hasta yo me cansé de cagarte. Me cansé de hundirnos y, peor, de verte ahí cavando conmigo como si nada te doliera. Era como mirar a una piba de 13, 14 tajearse un poquito las venas. Con algo filoso pero no un filo. Como que te diga que te abrías la piel con un lápiz de mina. Bien despacio pero sentido. Se sentía, lo sentías.

Sigo sin querer tener hijos pero Solcito es una genia. Juega a la play y me ayuda con el asado. Qué cosa perfecta el hijo copado y ajeno a la vez.

Yo tengo la pija chica. Terrible es. Tremendo. O, pará, ojo, no tendrás vos la concha muy usada ya?

Te tengo buenas noticias.
Me voy a morir.
No sé cuando, pero sí que sí.

Cuidate lindura, respirá profundo y tomate un rivo.


Después de mandar el mail me corrió un frío por la espalda parecido al arrepentimiento, pero ahora leo tu respuesta y pienso en que me quedé tan corta como TU PIJA.

Sostengo todas y cada una de mis palabras, señorito no-tuve-las-bolas-para-decirte-que-ya-no-te-amaba. Claro que sabía que me cagabas, yo también lo hacía, o te pensás que me iba a conformar con esa pijita flácida. El clítoris está dos centímetros más atrás, cielo. Pero pensé que teníamos algo mucho más importante por fuera de los engaños ocasionales.

Ahora me entero GRACIAS A UNA RED SOCIAL de que vos seguiste con tu vida como si perderme no te hubiera dolido, PEDAZO DE MIERDA, tan olvidable soy? Tan poco te importé que me reemplazaste con el primer pelo oxigenado que se te cruzó por el camino?
Celebro que estés tan feliz, eh. Qué genial. Si tienen una hija pónganle Olivia y hacé la forreada completa, imbécil. Que no te quede ni un pedacito de mí sin destruir. Haceme mierda, todavía podés más. Dale, no me alcanza con que celebres los collages pedorros de fotos que te hace, ni que te refieras a ella como: “mi amor” cuando la etiquetás en una publicación. Clavame el cuchillo más profundo. Llevala a la casa de Miramar. Tachá la inicial de mi nombre que tallaste en el árbol y poné la de ella. Tapate el tatuaje con el dibujo que hice yo. Dale, seguí. Al parecer hay muchas cosas que te pedí y jamás me diste pero LA NUEVA YO está disfrutando.

“No quiero una relación” me dijo el de la nueva relación. Yo sí quería una relación, YO SOY LA QUE DEBERÍA ESTAR COMPARTIENDO CUANTA FORRADA HAGA CON MI NUEVO HOMBRE, VOS NO, VOS NO TE LO MERECÉS, VOS SOS UNA MIERDA QUE ¡¡¡NO QUERÍA UNA RELACIÓN!!!

No deberías estar progresando, no te lo merecés, es injusto.

Ahora le voy a escribir unas palabras a Florcita, madre de Solcito, novia DEL PELOTUDITO, que seguramente esté muy feliz de leer.


Sabés que es lo que más me dice Flor? “Otra vez con que la loca de tu ex esto, la loca de tu ex aquello?”

‘Olivia’ no te llamo hace mil negra, mucho menos ‘mi amor’.

No entiendo, pasaron 3 meses, tendría que haber esperado años para publicar algo? Por qué? Cuál de tus reglas mentales corrosivas indica eso? Debería haber sido tipo “acá cobrando la jubilación con mi amor”, “con el cardiólogo y Flor, festejando que finalmente pude rehacer mi vida y tengo para por lo menos dos añitos más”, “pañales para adultos con la gorda”?

Si no entraras a mi facebook a mutilarte con cuanto lapiz de mina posteo, te juro que te dolería menos la cabeza, te chuparía más un huevo qué estoy haciendo y con quién. Incluso te reirías de haber salido tanto con un tipo que no sabe dónde ni cómo ni cuándo ni nada tocarte.

No tuve las bolas para decirte que ya no te amaba hasta que sentí que me iban a explotar de tanto que me las hinchaste con tus pelotudeces. Lo sentí, te juro, era como si de los poros me salieran lanzas y todas querían dirigirse hacia vos. Nunca jamás mis bolas te tuvieron tantas ganas como el día que terminamos.

Escribile. Escribile a quien quieras. Mandá un mail cadena a todos nuestros amigos en común. Mirá mis fotos, las suyas, las de su tía, las del compañero de laburo que la tagueó en el único after al que fue este año, las de su ex, las de la hermana de su ex. Escribiles a todos un mensaje contando que el pelotudo de Lorenzo es feliz y estás lidiando con eso fantásticamente.

Ay, Olivia, si usaras toda tu toxicidad y fisgoneo nocivo para algo productivo quizás hasta conseguirías un tipo que no sólo te soporte, si no que también te quiera. Tu risa como en reversa, tipo aj aj aj, ahogándote; tu obsesión por las colitas con moño; tus bostezos chiquitos y tus chuchos de frío hasta en enero.

Pero sos tan insufrible que uno se olvida, viste.


Pero imbécil, ya me olvidé, ya está. Te pensás que voy a vivir para odiarte? Tengo planes mucho más interesantes que destilar despecho mientras vos jugás a la vida ideal.

Hay una cuestión de RESPETO que obviamente desconocés, dejar a alguien y mostrarte feliz a los pocos días es de MALA PERSONA. Sabías que me rompías el alma y sin embargo no te importó, te cagaste en todos nuestros años juntos, publicación tras publicación.

De todo se aprende y con vos tengo un doctorado en ubicar pelotudos. PELOTUDO.

Sé feliz, andá, viví. Recuperate más rápido que el tiempo. Borrame de tu RAM mental. Sonreí mostrando los dientes. Todo vuelve.

“Siéntate en la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver del forro que se cagó en vos.” Inventé un dicho. Te gusta, mi amor?

INFELIZ.


Ojalá que cuando finalmente seas feliz lo puedas gritar a los cuatro vientos sin que nadie te rompa las pelotas ni levante ‘peros’ necios.

Mucho menos alguien que quisiste mucho más.

Chau, Olivia.

 

Federico & Miguel

Estimado Decano Miguel Álvarez Ansilla:

Le escribo quizá la carta menos ortodoxa que recibirá en su vida. Espero lea hasta el final y no desestime al llegar, es importante para mí.
Verá, en febrero, abiertas las inscripciones para la carrera de Diseño audiovisual, mis padres me alentaron a inscribirme, me compraron materiales y varios de los libros que indicaba el programa. Bien, mi tarea era anotarme en las 5 materias correspondientes al primer cuatrimestre de primer año, para comenzar en marzo con todo en regla.

Y es acá cuando la cosa se embarra. No me inscribí porque no quiero ser diseñador audiovisual. No quiero editar videos ni montar imágenes ni agregar sonidos en “pospro”. Odio el término “pospro”. Odio escucharlo, decirlo, escribirlo. Me da ganas de salir a patear gatitos (este es un chiste, debo aclarar, en busca de empatía. Porque leí que detestaba a los gatos. Para descomprimir nomás). No me inscribí pero a mis papás les dije que sí porque si no me iban a estar persiguiendo con que no quiero hacer nada de mi vida, que tengo que tener un título, ser un profesional y un millón de etcéteras. Un título es un papel que te entregan bien enrolladito cosa de que sea fácil de guardar. O de meterse. En algún lado.

Yo escribo canciones. Me gusta componer. Me gusta sentarme con la guitarra y entregarme a lo que vaya sonando, saliendo. Soy otro boludo con la guitarrita esperando pegar un Luna, lo sé, pero me hace feliz. Me hace inevitablemente feliz. Así que dije que me había a notado y voy de lunes a jueves a cursar. A lo de mi profesor de guitarra. Mis papás no saben nada. Nadie sabe nada. A veces me doy de baja de planes porque tengo que estudiar. Una vez un amigo me dijo “lo más importante es que no te falle el verosímil” cuando le mostré un tema que no había escrito para mi novia pero le iba a decir que sí, y me quedó retumbando. Así que, para todo mi mundo, en junio me bajé de una materia y el resto las estoy dando.

Listo presentación, listo introducción a la problemática, ahora viene el mangazo. Señor, estamos en septiembre. Mis papás leyeron lo de la muestra en el aula magna y me insistieron para que los invitara. Dije que no, que era tímido, que no estaba tan bueno como lo de mis compañeros lo que yo había hecho, que quizás presentaba temprano y no llegaban a salir de sus trabajos a tiempo. Pero insisten. Insisten porque los niños no nacen con un manual de instrucciones pero los padres saben que una de las consignas siempre es insistir. Para lo que sea. Insistir supuestamente resulta.

El caso es que tengo que pedirle formar parte de la muestra, de una u otra manera, presentando cualquier cosa que pueda ser presentada y presentable (obviamente respetando derechos de autor, si conoce a algún recibido que pueda ser cómplice y prestarme su material, sería ideal). Por favor, señor, si se me pincha esta burbuja voy a tener que dejar de formarme en lo que más amo para empezar una carrera que nunca pretendo ejercer.

Estoy laburando en un kiosko de noche para pagar las clases. Estoy organizado, con un proyecto, apostando, educándome; no es para tirarme a chanta. Le pido por favor que me ayude, o que me derive con quien pueda ayudarme. En algún momento no me va a quedar otra que decirles, pero al par de meses es muy pronto. Quiero llegar por lo menos a fin de año. Claro que prometo jamás mencionar esto.

Dígame que cuento con usted y quedo a disposición para toda la vida. Si necesita que le busque a los chicos del colegio, que le limpie la casa, que le vaya a comprar ibuprofeno. Cualquier cosa. Va a contar conmigo hasta que se muera y si nos encontramos en el más allá voy a seguir sirviéndolo hasta que nos evaporemos o lo que sea que pase con los cuerpos que ya no son.

Aguardo su respuesta.
Desde ya, muchísimasgracias por el tiempo y la molestia.

Saludos,
Federico Casano.


Estimado Federico,
Voy a intentar correrme de la formalidad que mi discurso escrito acostumbra, aunque dudo que se me pueda leer como alguien fresco y relajado que utiliza guiños “cómicos” para generar complicidad. Si me lo permitís, y asumo que sí, voy a tutearte.
En un principio pensé en desestimar tu pedido y prohibirte la posibilidad de anotarte en cualquier carrera de por vida, pero luego comprendí que hace muchos años asumí un compromiso con la educación y es mi deber obrar en virtud de la misma.
Descarto, niego, rechazo y repudio tu solicitud. Debido a tu impertinencia, yo mismo y en persona me encargaré de revisar la situación de cada uno de los alumnos que atiendan a la muestra. Si llego a encontrarte entre los presentes, serás retirado por la fuerza. Bajo ningún concepto permitiré que la institución forme parte del fraude absurdo que es tu situación académica. Perdirme ayuda a mí es entre ridículo y kamikaze. No, Federico. De ninguna manera. Si no llamo a tus padres para ponerlos al tanto de la situación es porque espero que mis palabras obren por sí mismas.

Calculo que encontrarás alguna nueva mentira para tapar la mentira con la que estás ocultando la mentira inicial. No te será difícil, el límite de la hipocresía lo cruzaste en quinta y con el semáforo todavía en rojo. No soy quién para enarbolar la bandera de la moral, pero cada uno sabe qué esconde debajo de la cama cada vez que se va a dormir, y en la tuya ya no deben caber ni tus pantuflas.

Sí, el título universitario es un papel. La partida de nacimiento con el nombre de tus padres, también. No ver la importancia que tienen “los papeles” en la vida de una persona es obviar la historia que esconde la simple hoja y el potencial involucrado en la misma. Es uno el que hace valer las firmas que le dan entidad a lo que ya se es.

Sin ánimos de ofender, me gustaría hacerte algunas preguntas. Más me gustaría que me las respondas.

¿Cuántas personas conocés (familiares, amigos, cualquiera con quien hayas tenido un contacto real en algún momento de tu vida) que estén viviendo de dar conciertos de música exclusivamente?

Ahora bien, la misma pregunta pero respecto de lo académico… ¿Cuántas personas conocés que tengan un título universitario o estén cursando una carrera? ¿Están trabajando? ¿Son trabajos competitivos y rentables?

Estoy dispuesto a leerte cuando gustes.
Te mando un saludo.

Miguel.


Bien, volvemos a la baldosa de partida. La puta madre. A ver, como les gustaría escuchar a todos: Toma I. Acción.
Mil disculpas si lo ofendí o le falté el respeto. Lo trataré de ‘usted’ porque la relación vertical que propone así lo merece. No se preocupe por mi situación académica. Este domingo comunicaré a mis padres la farsa de la que han sido víctimas y cómplices. Me anotaré en una carrera más seria aún, probablemente Ciencias Económicas. Hablaré así, como si me estuvieran doblando del castellano al español. No se preocupe, no será en la institución para la que trabaja. Iré a alguna privada pero que por la franja horaria me permita trabajar en una oficina de mala muerte, mal pago, alimentándome la infelicidad hora tras hora, con el segundero que suba el volumen a cada movimiento; pero de corbata y haciendo una carrera de grado; por supuesto.

Terminaré con un promedio ni muy sobresaliente ni por debajo de la media. Cambiaré de trabajo, compraré nuevos trajes. Iré en subte porque al centro no se lleva el auto, venderé la guitarra y me haré de una biblioteca alta, muy alta.

Esa fábrica de personas sin hambre de nada en la que se ha convertido el sistema educativo aplaudirá otro producto terminado. Uno que no moverá la aguja, ninguna aguja, nunca jamás. Uno con menos poder que el segundero que lo tortura, consciente, permanentemente consciente de que el tiempo lo aleja cada vez más del pibe que fue, que componía, que tocaba la guitarra las 27 horas del día porque la extensión de un día era algo que desconocía, que mucho menos le importaba.

No me acercaré a la Universidad en la que se desempeña, a ninguna de sus unidades académicas; no se preocupe, saque el cordón perimetral de dogos, la orden de restricción puede levantarla también. Cancele los helicópteros de la SWAT. No voy a ir. Si me voy a colar, que sea a un recital de Dylan entre los viernes oscuros y los lunes penosos que vivo o viviré cuando me reciba. No a una muestra a la que de todas formas y como con todo el resto de las cosas, habría ido por otros.

Voy a ser otro producto. Otro puto producto sin ambiciones ni sueños, pero, ojo, con un título universitario perdido en algún lugar de la baulera de sus padres.

Felicitaciones por ser eslabón de lo más importante y lo más atrofiado; seguro que su sueño a los 19 era resignarse a cambio de un salario inflado.

No me podrá ver entonces en ningún escenario ni tendremos la escena conciliadora que daría cierre a este corto.
Una verdadera pena. Eso también.

Saludos,
Federico.


Federico,
La polaridad con la que manejás tus posibilidades es sorprendente. O sea que las ÚNICAS opciones disponibles en la paleta son: ser insuperablemente libre y feliz, o ser un adulto acartonado y miserable. Mirá vos. Qué difícil te debés hacer la vida adentro de tu cabeza.

Lo que más me llama la atención es el desprecio que sentís hacia una carrera bastante piola. No te están obligando a que estudies abogacía o te alistes en el ejército, Diseño de Imagen y Sonido es una de las opciones más tentadoras para todos aquellos que quieren correrse de la formalidad teórica que supone estudiar de memoria leyes o nombres de piezas dentales. Pero bueno, no es lo que el señorito quiere. Caprichito I, II y III ya las tenés aprobadas en la Universidad de la vida.

Pibe, no vas a vivir de la música. No va a sucederte. A menos que tengas un familiar directo que te acomode en el ambiente o un golpe de suerte absurdamente beneficioso; la próxima licencia de taxi está esperando llevar tu nombre. Las plazas son pocas e incluso los que lograron reconocimiento público tienen que arañar la realidad a diario para mantenerse vigentes y con la panza llena.

El otro día recordé el tema del verano. “Te doy con mi matraca que traca traca, traca traca” supo decir el estribillo. Hitazo. No había radio que no lo tuviera en su lista diaria. Lo recordé porque siempre me pareció una basura y porque el cantante me sirvió un café en Retiro. Le dejé una buena propina en honor al arte.

La gran mentira de la sociedad moderna es hacernos creer que uno puede conseguir todo lo que quiere si trabaja arduamente. La meritocracia es un chiste de Jaimito. Son tantas y tan relativas las variables de los deseos que a uno solo le resta hacer todo lo posible sabiendo que no será suficiente.

Eso no quiere decir que no vayas a lograr nada. Los inteligentes son los que aprendieron a surfear entre los matices de lo que quieren y lo que pueden. Vos, si utilizaras la astucia en función de tu cometido y no para engañar a los únicos que se bancarían tus 27 horas de guitarrita, podrías avanzar en todas las direcciones.

Te imaginarás que Spielberg no está meciéndose en una silla de mimbre a la espera de que tengas un tema para filmarte el video, ¿no te convendría saber hacerlo? ¿No te sería útil? ¿No te resultaría beneficioso aprender sobre grabación de sonido, a vos, QUE SOS MÚSICO? ¿No te jugaría a favor que profesionales capacitados te brinden GRATIS todas las herramientas audiovisuales necesarias para que no tengas que esperar el milagro de una discográfica?

Nuestras puertas están abiertas, todavía estás a tiempo de anotarte para arrancar el próximo cuatrimestre. Son siempre muy bienvenidos los adolescentes con grandes ambiciones.

Nadie quiere que seas infeliz. Solo sos otro boludo con la guitarrita esperando pegar un Luna.

Brian May es doctor en astrofísica.

Dexter Holland (The Offspring) tiene un master en Biología Molecular.

Art Garfunkel (Simon & Garfunkel) tiene un master en Matemáticas.

Te mando un saludo.

Miguel. 


Toco el viernes en Niceto Lado B junto con mi profe. Si querés podés venir. Me gustaría.
Si no, nos vemos en marzo. Me anoté para el 2017.

Qué sé yo. Capaz hasta soy bueno.


Federico,
Trataré de hacer lo posible aunque lo veo complicado, inspirándome en el desempeño del 85% de los alumnos de la Universidad. Nunca fui bueno para los chistes académicos, perdón.

Mucha mierda. Y bienvenido.

Miguel Álvarez Ansilla.
Ex guitarrista de El Gol de Maradó, la banda de rock más prolífica que vio Chacabuco entre el 86 y el 87.

Ah, y decano.

Daniela & Las Pomelas

Dani! ¿Cómo va? Escribo yo (Emma) en representación de Las Pomelas, el mejor y más popular grupo que dio el Conurbano Bonaerense y alrededores (¿?) Como sabrás, las otras no pueden armar ni media oración coherente, así que la encargada de la redacción seré yo pero estoy escribiendo por todas.

Estamos teniendo, a ver, cómo decirlo, un problemita… no, no es un problema, es un… ¿tema? ¿Conflicto? Bueno, un inconveniente con tu novio. Bah, no con tu novio en sí, sino con tu relación. Adrián es divino peeero… … … digamos que no es el líder de la voluntad laboral. Cuando lo conociste estaba recién despedido y lo entendimos, pero no puede ser que hayan pasado nueve meses y todavía no encontró nada. Terminó el secundario y tiene algunos estudios terciarios, vamos, ¿no hay NADA que pueda hacer? ¿NADIE tiene un trabajo para ofrecerle? ¿Está buscando? ¿Le preocupa?

Nos da mucha lástima ver cómo hacés malabares para llegar a fin de mes cuando podrías vivir tranquila si no tuvieras que mantenerlo. No venís de una familia acomodada, la remaron desde siempre, ahora que tenés un buen laburo y podrías andar holgada te ponés a contar monedas porque el otro no tiene en dónde caerse muerto. Ya se instaló en tu departamento, te usa el auto, ¿cuándo va a quedar en una entrevista? ¿Está yendo?

Irina suele verlo a la tarde tomando sol en la plaza, María se lo cruza seguido en el kiosco de Pepe porque va a cebarle mate, Constanza lo encontró jugando a la pelota en el club un lunes a las doce del mediodía. ¿Por qué no aprovecha el tiempo para tirar CV? Cualquiera de nosotras hubiera movido cielo y tierra para agarrar cualquier cosa.

Somos tus mejores amigas, te amamos y te bancamos en todas. Pero ahora estamos organizando Punta Cana 2017 y que tengas que quedarte porque no podés pagar una super promoción en 18 cuotas sin interés nos agujerea el estómago. Nadie pretende meterse en tu economía, ya tenés casi treinta años, solo que no queremos que el oportunismo se disfrace de amor y termines manteniendo a un vago de por vida.

Es tu primer novio (te llegó a esta edad) es comprensible que no veas con claridad lo que sucede. Pero acá estamos para abrirte los ojos.

-Pomela`s power-


Hola reinas de la bailanta. Perdón que tardé en responder. A la del cuarto se le rompió no sé qué del termotanque, tuve quilombos de humedad y mi techo parece restaurado por la misma que el Ecce Homo (?). Homo o Hommo? Hommmmooooo jajaja parece como cuando Dory flashea cetáceo.

Entiendo lo que dicen. Suenan un poco a mi viejo, la verdad, muy preocupados todos primero por mi economía y después porque no me estén usando. Estoy más justa que antes, es cierto, pero qué sé yo, también estoy menos sola. Menos sola es mucho más concepto que acompañada. Por lo menos para mí.

Creo que es cuestión de acomodarse. No estoy atrasada ni con prepaga ni con servicios que es lo importante. Esta semana definimos que es al pedo tener cable, si todo lo podemos ver desde la compu.

Adri está medio estancado con el tema laboral, habrán visto. El otro día lo hablamos y se largó a llorar. Le pasa que se siente un fracasado. Que nadie de treintipico que conoce anda buscando trabajo y sin un peso. Sus amigos están todos bien ubicados. Es frustrante. Lo comprendo. No quiero presionarlo. Y tampoco estoy con los huevos en la garganta yo. Diría los ovarios pero esta puta sociedad patriarcal y masculinizada me convenció de que huevos tiene más significado impreso que ovarios.
También me jode que las minas no tengamos un ‘lo escribí con la punta de la chota’ apra cunaddo itpeamos así.

Buen, retomo. Yo estoy en un buen momento a nivel amor. Un momento que no se dan una idea cuánto necesitaba. Y en el amor hay que bancar, chicas.
En el amor hay que bancar.

Así que les pido que me banquen ustedes a mí.
Punta Cana no va a haber una sola. Ni se les ocurra formar una familia y toda esa pelotudez porque cagamos.
(Pau, Lolo no cuenta. Es una pomela más (?))

No seamos de esos que le dan más valor a la guita que a cualquier otra cosa. Se los pido por la cumbia.

Gracias, igual, por preocuparse.

Las amo. [inserte emoji de pomelo x4]


Emma, transmitiendo en vivo desde el Pomelo`s Bunker.

Todas leímos tu mail y descontextualizado (acabo de explicarle a Coty qué significa esa palabra) es de lo más genuino, cómo no darte la razón. La prioridad siempre se la queda el corazón: una vida sin dinero es una mierda, una vida sin amor no es vida. Pero en este caso particular, sentimos que estás maravillada contemplando la inmensidad de la punta del iceberg cuando hay mucho más por descubrir, incluso más sorprendente que lo poco que puede ofrecerte Adrián.

Nos consta que las escenas de llanto son recurrentes en él, que es una buena estrategia para zafar de ponerse un par de zapatos y salir a patear la calle. Se la pasa compartiendo boludeces en Facebook, que deje de mirar el perfil de sus amigos bien ubicados y se ponga leer las bolsas de trabajo.

(Se está generando un debate por la última oración pero la voy a dejar).

Te bancamos para siempre pero creemos que estás negando la realidad en virtud de sostener una pareja. Te merecés amor del más genuino, no tenés que pagar un precio para que te amen. Tampoco tenés que ser condescendiente, es un hombre grande, no debería depender del sueldo de su novia para poder comprarse cigarrillos.

El padre de Irina está haciendo una reestructuración en la fábrica y van a salir vacantes laborales, te va a pasar la información por mensaje. Ojalá pueda ir a alguna entrevista y no se quede dormido como le pasó el mes pasado con la de la inmobiliaria.
Contanos cómo fue eso.

Nuestra intención no es que te sientas intervenida, aunque todo complote para que sí. Tus papás están preocupados y nosotras también.

Te amamos.

-Pomela`s power-


A ver, sé que no es ni en pedo la intención, pero esto de ser todas contra una es un poco difícil, se siente como que me están acusando. Estoy enamorada, enceguecida, encandilada, idealizando, o como quieran llamarle. Pero estoy algo. Y es un esfuerzo a nivel guita que ya ven y ya saben, pero me siento bien. Por primera vez en mucho tiempo me siento querida como mina. No como amiga, no como hija, no como vecina buena onda. Como mujer. Parece que me pintó el gloriatrevismo extremo pero que tus amigas de toda la vida no te hagan el aguante entorpece todo. De alguna manera pareciera que me están haciendo elegir, y es una sensación tan horrible, chicas.

Y además, si me enamoré de un pajero ¿cuál hay? No es importante si yo soy feliz. Eso es lo que les cuesta ver.
Por favor no caigan en ese repetir sin pensar que el trabajo dignifica. Mi viejo estuvo sin laburo como 8 meses, mi vieja tomó los dos turnos en la escuela, ¿y por eso es un tipo menos digno?
Dale, si no son esa gente ustedes. No caretiemos.

Chela, cuando te encontraron el cementerio de tucas en el cajón fui y dije que era mío. Iru, te comiste a mi hermano y me lo confesaste un año y medio después. Y ni siquiera, se te escapó un día del amigo en lo de Car. Está todo bien, no es pasar factura, pero véanlo. Emma, cuando te fuiste de lo de Javi y volviste y te fuiste y volviste y te fuiste y volviste y te fuiste definitivamente, ninguna te dijo que estabas dándote la cabeza contra la pared tanto que parecía que querías hacer un agujero y escapar de tu propia cárcel. No, estabas enamorada, apostando, y te bancamos, y rotaste por todos nuestros sillones. Porque los mambos de cada una son los mambos de cada una, y de acuerdo o no, hay que bancar. Vos podés mostrar mil puertas pero si el otro quiere saltar por la ventana, va a saltar. Y quizás vuela, quizás no. No hay forma de saberlo sin probar.

Yo estoy volando por más de que me vean estrolada contra el asfalto.

Vayan tranquis a punta cana, pasenla bomba.
La verdad que no pensé que si algo se iba a interponer entre nosotras (o entre ustedes y yo, evidentemente), iba a ser cuestión de plata.
Me llama mucho la atención, me decepciona un poco. Me entristece que no puedan ponerse contentas por mí y ya.

Voy a pasarle el dato de la obra. Si quiere va a ir, si no quiere no. Por favor no se metan, no es tema de ustedes.
Y si no están en las buenas, ni me quiero imaginar en el resto.

Beso chicas.


Danilinda, estamos FELICES por vos. Pero también (y entendenos en esta) es nuestra obligación advertirte de los potenciales peligros de la situación. No queremos que pase el tiempo y termines dándote cuenta de que estabas alquilando un novio. Vos ya sos grande y tenés el criterio suficiente como para discernir y tomar una decisión.

Te bancamos, no digas que no. Siempre lo invitamos cuando hacemos juntadas con parejas y lo tratamos con respeto, nunca hicimos ningún comentario malintencionado o que pudiera incomodarlo. Las amigas se manejan así, en público te aguantan los trapos aunque estés equivocada y en privado te cagan a pedos para que no cometas un error.

Dejemos esto acá, ya no nos metemos más. Todas deberíamos pensar un poco en lo que pasó.

Te amamos, nos vemos el viernes en lo de Pau. A Chela le regalaron un Absenta 😉 😉 😉

-Pomela`s power-


Chicas, buscando sus mails encontré este. Peeerdón colgué en contestar, ya sé que pasó tiempo pero buen cualquiera se me re pasó.
Les escribo porque necesito pedirles un favor. No quiero acudir a mis viejos porque no es que tienen para tirar al techo y además prefiero evitarme el sermón.
¿Me pueden prestar plata? Alguna, a la que menos inconvenientes le genere.

Vieron que al final nos mudamos a un mono y estamos medio hasta la nuca con los gastos y no llego a pagar abl, no quiero seguir acumulando deudas.

Ya sé que me re borré pero bueno tuve estos quilombos, si alguna me presta, no sé, dos tres lucas y en cuanto pueda obvio que se las devuelvo, voy a estar muy agradecida.

Gracias chicas!!

pd: vi las fotos de punta cana, se ve soñado. Espero que la hayan pasado divino.

Julián & Paloma

¿Por qué no somos novios?

Ya sé que no es algo que se pregunta y ya sé que nos vimos hace veinte minutos, pero yo no paro de pensarlo. Van a ser siete meses que estamos juntos, y a veces siento que evitás a propósito llevarme con tus amigos o presentarme a tu gente. Y cuando te digo yo de hacer algo con mi grupo siempre encontrás la forma de esquivarlo, pero creo que conmigo estás bien, creo que estamos bien.

Entonces te pregunto: ¿para vos ya somos novios? ¿O no querés ser mi novio? Porque yo nunca fui de necesitar la etiqueta, pero se está haciendo algo evidente que no estamos dando ese paso porque vos no estás queriendo.

No quiero presionarte, me da mucha vergüenza esto.

Decime lo que pensás de verdad, si querés en persona, yo porque me hago pis encima si te tengo que decir esto en la cara. Pero te juro que no aguanto. Estoy re contenta con vos, me encanta verte, hablar, pensarte, todo. Me pone insegura la traba, si es que existe.

Así que eso, no sé si tengo razones para esta incomodidad o estoy haciéndome una saga directamente.

Te quiero, no te lo digo tanto como lo que te quiero pero debería.

Paloma.


qué raro esto, palo. este mail con esta pregunta que no sé si es pregunta (es pregunta?) o más una afirmación o un sondeo

no sé.

escribo y borro, mil veces lo hice. ehm. a ver, voy a empezar por lo más obvio que son los si-no interrogantes. no somos novios. no quiero ser tu novio. tampoco es que me lo preguntaste, hiciste bocha de suposiciones y de ahí el bardo. eso es lo raro, es como que sacaste de la galera un conejo pero estábamos mirando un show de títeres.

se entiende?

en persona rellenaría los baches con silencios incómodos y palabras tartamudeadas. prefiero esto igual eh, un par de líneas, un par de horas. es trato, compro. me ayuda a pensar. igual estoy espiralando como loco.

vos me gustás un montón.
escribo, borro. a esta altura de la madrugada si eso fuera deporte olímpico, al podio con la de oro. es como que no te quiero lastimar porque vos sos muy sensible y yo nunca me destaqué por pensar antes de hablar. ya usé pensar hace un rato. es que me pusiste a pensar.

ehm.

lo que tenemos está muy bien. no quiero más porque me conforma lo que tenemos. estoy cómodo. que no se malentienda, estar cómodo es un gran punto a favor. porque a veces la gente confunde eso con estancarse y nada que ver. si un sillón es incómodo, te vas. y si es cómodo, te quedás. igual un sillón si te estanca pero no en este caso

no sé si soy un pensador contemporáneo o un pelotudo. ascienden a tres las horas de redacción. escribo, borro.

voy a tratar de expresarme de corrido, a ver si este café me ayuda:
no somos novios porque ninguno se lo preguntó al otro, eso en lo más formal. tampoco somos novios porque yo no quiero, eso en lo más personal. tampoco sabía que querías, eso en lo más adivinanza (?)

o sea, sabía que querías, pero no ASÍ. no como planteo. pero no planteo de todo mal, planteo de qué pasa acá, loco?

si vos supieras lo que me cuesta hilar dos palabras valorarías mucho más este mail de mierda. estoy asumiendo que no lo vas a valorar lo suficiente, yo no lo haría.

no entiendo si a partir de ahora no te voy a ver más o qué va a ser de nosotros.

mi gente tampoco es tan maravillosa como para presentarla, no te vayas a creer.

igual ya sé que no viene por ahí.

no es eso.

nunca es eso.

siempre es lo otro y uno tiene que ponerse a interpretar qué lo otro es lo otro.

cuatro horas.

voy a dejar esto acá y espero tu respuesta.

te mando un beso


Mi libro favorito empieza anticipando la última página. Dice ‘al final, ella se muere y Julio se queda solo’. Voy a hacer lo mismo y adelantarte la conclusión de este mail: vos no vas a querer verme más. Pero si no es ahora, sobre el desenlace precipitado, no te lo voy a decir nunca, ni a nadie, y justo se da que estoy conversando por mail con vos y vas a tener que atajar todo mi revuelo. También, con antelación, perdón. No de arrepentimiento, sino de probable inoportunismo o (des)cuelgue.

Quiero la chancha y los veinte. Quiero que me mires y me quieras, que me cuides, que seas lindo como sos, tan lindo sos, que tengas ganas de estar conmigo, que te lleves bien con mis amigos, que los tuyos me adoren y te digan que me prefieren, hacerte café a la mañana, irnos un fin de semana largo a algún lugar de micro de larga distancia. Todo. Lo quiero todo.

Exteriorizo algo que temo pensar, mucho más escuchar, y veremos leer: nunca tuve novio.
Nunca tuve novio. No sé por qué. Y me muero por. Es lo menos erotizante que se le puede decir a un chabón porque se asustan y se van corriendo pero no me importa, estoy cansada de que todos me aclaren lo buena que soy y ninguno quiera estar conmigo en ese nivel. Duele, boludo. Odio que hagan o dejen de hacer para no lastimarme. Quiero que hagan cosas porque les gusto, porque piensan que estar sin mí es mil veces peor que estar conmigo.

Y hoy sos vos el que rellena la silueta de todo eso, pero ni siquiera sé si sos vos en realidad. No sé cómo expresar esto. Tengo ganas de tener novio y de que estemos enamorados. Creo que sería muy buena novia.

Vivís leyéndome poemas que escribiste y yo pienso todo el tiempo en cuándo me tocará ser la protagonista de uno. Tuviste cuatro horas contestándome, escribiste algo hermoso, pero habla de vos. No te lo reprocho, solo es otra cosa que me entristece y me hace sentir poco importante.

No entiendo qué me falta para que quieras ser mi novio.
Yo te respondo esto en 15 minutos porque si me siento a pensar, escribir, y borrar te voy a decir que está todo bien, que sigamos así, que yo igual ando bárbaro.

Si me siento a pensar te voy a mentir para retenerte, y basta de eso.

Espero que a esta altura hayas aceptado mis disculpas del principio/fin.


hay un plano en el que escribo poemas y las palabras fluyen como si las hubiera ensayado en otra vida. después está la realidad, el aquí y ahora, en donde lo que pienso… no sé, se me viene la imagen de un laberinto, la rueda de un hámster, un giro en U.

te voy a enredar el pelo

anido, anido. es que te involucra. me involucra.

hay cosas que decís que no hago y sí, pero no en tu código “así”. ehm. se me viene el instinto de supervivencia como idea, quizás en unas líneas le encuentre el encastre.

no creo que el intercambio de disculpas sea otra cosa que homeopatía sentimental, pero parece importarte así que las acepto. no sé qué estoy aceptando. necesito una brújula. escribo, borro.

me encanta que hayas logrado verle el lado negativo a que no quieran lastimarte.
me inspira para escribir un poema, que no va a tener tu nombre, pero que sí va a hablar de vos. entendés? siempre que estás con alguien lo modificás. te bañás y en la luz violeta se divisan los restos de jabón en la piel, imperceptibles a simple vista. o las sábanas y el semen. o las alfombras y la sangre. todo es lo mismo.

creo que lo menos erotizante que se le puede decir a un hombre es: “te voy a coger como lo haría tu mamá” y no hay forma de que no sea un chiste chim pum mezcla de literalidad con una cabeza oportunista, pero para sacarle un poco el dramatismo a una situación que te leo triste. quedate con las tres últimas palabras.

pensarás que esto debió haber tenido un proceso de edición antes de ser enviado, pero si supieras cómo la cago al releer.

la contaduría no está en mis fuertes, debe y haber, lo que sí y lo que no, digo, ya sabés los límites y los alcances. vamos de nuevo, los míos.

dejame porque no quiero ser tu novio. vos dejame. sé clara, concreta. dejame.

ehm.

yo estoy bien así, ahora no, coyuntura mediante. pero yo no te voy a dejar de ver, sí si lo querés, pero a lo que voy es que no te protejas en falso. creo que lo de la supervivencia va por lo de que si no te doy lo que necesitás, salí del peligro. agrupate para cazar, no te quedes tibia esperando el milagro de Cupido.

de nuevo, el pensador contemporáneo, el pelotudo.

tomá las riendas de tu deseo. ya sabés cuáles son tus necesidades, cuánto más satisfecha al ejecutar la silla eléctrica de lo que te mantenía contenida.

doy superado pero no te vayas a creer, la tristeza te pone a escribir y yo te clavo original, precuela y secuela en dos meses con esto.

espero que hagas lo que tenés que hacer.

espero (ya no hacia vos sino hacia el tiempo) 


Me pedís que sea clara. Quiero que quieras ser mi novio. Vos o alguien en el mundo en realidad. Pero, coyuntura mediante, vos.

Quiero dejar de preguntarme por qué no das ese paso conmigo.

No quiero ya no estar con vos por más de que parezca que estoy haciendo todo para eso; y de haber sabido que todo esto no me iba a hacer sentir para nada mejor sino todo lo contrario, habría elegido la opción de siempre; la de llorar un poquito cuando te vas y después quedarme dormida; en vez de escribirte.

Te quiero mucho, Julián. Dejame quererte más. No como estamos, más.
¿Querés ser mi novio? Si preferís la pregunta en persona, me tapo los ojos, tomo aire y te lo pregunto.
¿Pero querés que seamos novios?

Lo que decidas, por favor que no sea para no lastimarme.

Escribo y borro y ya fue: dejame quererte, la concha de tu madre.


no, Paloma. no quiero ser tu novio. ya te lo había escrito. me hiciste releer, fui claro. quizás el contenido es fideos con manteca (maraña) pero en eso no dudé.

tengo un aluvión de pensamientos y otro de sensaciones. estoy entre

no tenés nada de instinto de supervivencia, nada. no me entendiste. no me entendiste? no, me entendiste. tuve que cortar lo que venía hilando porque lo grité adentro de mi cabeza. ahí viene otro: me estoy meando pero no me puedo ni parar, me siento interpelado. es importante que lo aclare porque hay una urgencia más urgente que mi fisiología.

cuántas veces voy a tener que negarme? hoy pensaba en Pedro que negó a Jesús tres veces, no sé por qué pensaba en eso (mi mente tiene lugares inhóspitos) pero después me llegó tu mail y le encontré un sentido. se lo forcé? qué tiene que ver la iglesia, digo, para qué te quedás reforzando un rechazo. enaltece a quién, a un personaje ficticio que murió a los 33.

voy a ir al baño

ya no vamos a volver a vernos. es horrible enterarme que te hice llorar solo por ser, ese llanto al despedirme, ojalá nunca lo hubiera leído. vaya uno a saber de qué otra forma podría lastimarte sin darme cuenta, no quiero, no quiero eso. a vos sí te quiero.

no me quieras más a mí que a vos.

estás buscando motivos? no te hagas mierda sola. qué importan. tampoco los tengo claros. hay algo que no me generás, a ver, voy a escribir la verdad porque igual vos después interpretás lo que querés: no estoy enamorado, no quiero tener sexo solo con vos, no quiero que tus amigos me asocien a tu imagen (ni ellos ni nadie), no quiero perder libertad, autonomía, poder absoluto sobre mis decisiones, control sobre mi vida.

sí, todo eso lo perdés en una relación. sí. necesariamente. el que diga que no también cree que Jesús existió.

ehm.

no quiero ser tu novio. tampoco te quiero volver a ver. antes sí, ya no. y basta de usarme como la tabla de lavar en donde fregás tu autoestima. ya te había rechazado dos mails anteriores.

no sé como no lastimarte así que recordame como el pelotudo que te lastimó. vas a tener novio en tres meses, vas a ver.

lo mejor para vos, de todo corazón.

es absurdo odiarte a vos mismo por no sentir lo mismo que la otra persona, y sin embargo acá estoy, cagándome a palos el alma.


Ya no vamos a volver a vernos.
Vos llevate lejos tu hermenéutica profunda y tus límites para querer, yo voy a revolear al otro lado mis miedos y mis presiones.

Ahora estoy pensando en que ojalá me ponga de novia en tres meses.
O en dos semanas o mañana.
También estoy pensando en que ojalá me ponga de novia antes que vos.
Ahora, en que es evidente que creo que el noviazgo es la cura de todos los males.
Ahora en que soy una pelotuda.

Escribí, borrá, andá al baño, pensá en lo que querés estar haciendo en vez de esto, de eso, volvé, andate, volvé a volver, extrañame, date cuenta de que ahora es mejor, que así es mejor, escribí, borrá, sé lindo como sos, con otra también.

Y yo voy a tomarme esta tristeza para intentar definir cómo o cuál es mi secuencia.

Creo que los dos creemos que vos sos más maduro o tenés las cosas más claras.
Y no.

Capaz que no.

Gracias por todo, Julián. Posta. Me encantaría que quisieras ser mi novio pero si no te pasa, no te pasa.
Te quiero, no estés así de mal.

Qué sé yo.
Esto es una re mierda.
Ya fue.

Haydée & Delfina

Haydée,
No me gusta la idea de escribirte un mail por este tema, pero te pedí una reunión a solas varias veces y siempre encontrás el modo de postergarla.

Mauro es tu hijo hace 27 años, yo soy su novia hace poco menos de uno. Esta disparidad no me coloca en inferioridad de condiciones porque no pretendo ocupar tu lugar, solo quiero hacer valer el que me corresponde. El nivel de destrato que recibo de tu parte es abusivo, y por sobre todo, injusto. Llegué a un límite peligroso, es una mezcla entre hastío y desesperanza la que me invade el pecho, ya no puedo seguir fingiendo una normalidad superflua.

Me llamo Delfina, no Carina. Esas “confusiones” que fueron corregidas en varias oportunidades, a esta altura ya no deberían seguir existiendo. Cada vez que voy a tu casa hablás como si no estuviera, todas las preguntas se las formulás a Mauro aún si me involucran y ni siquiera tenés la delicadeza de utilizar el plural. “Hijo: ¿Sacaste los pasajes para Tucumán?” Sí, SACAMOS los pasajes, Haydeé. De hecho lo hice YO desde MI computadora con MI tarjeta.

Comentarios del tipo: “antes vivía de joda, cambiaba de chica como de medias”, “nadie lo va a amar como su mamá”, “¡¿Qué clase de mujer no sabe usar la cocina?!” (Sabiendo perfectamente que odio cocinar); todo eso es basura que enunciás de forma malintencionada para que yo pase un mal rato. Podría mencionar al menos cincuenta frases que tengo atragantadas en la garganta, que toleré como una campeona por amor, pero que ya no voy a dejar pasar. Sin ir más lejos, te cansaste de escuchar que soy vegetariana y cada vez que ceno en tu casa termino comiendo pan porque A TODO le ponés jamón, hasta a la ensalada de lechuga y tomate. ¿Tan rico te resulta? Lo dudo.

Yo te entiendo, para vos debe ser difícil. Mi aparición en su vida generó un aluvión de cambios, lo ayudé a madurar y poco a poco se va convirtiendo en el hombre que nunca quisiste que fuera. Se compró un lavarropas y ya no te lleva más las montañas de medias mugrientas, te prohibió ir a su departamento sin previa autorización, ya no te responde los: “¿llegaste bien?” de las 6 de la mañana cuando sale conmigo y duerme en mi departamento.
También dejó de hacer todas esas que no le correspondían, como viajar hasta tu casa a la medianoche porque creíste ver una rata en la cocina o ir a buscar a sus hermanos a los boliches. Despertar a tu marido no es tan grave, Haydée.

Yo estuve atrás de todo eso y vos lo sabés. Por eso tu odio se va incrementando con el paso del tiempo, y lejos de mejorar, la situación empeora.
Quiero que hablemos de esto. ¿Me vas a seguir esquivando?

Besos,
DELFina.


No es con vos. Vengo porstergando estas charlas con las quichicientas salvadoras que lleva mi hijo en su prontuario. Pero está bien, tengámosla.

Delfina mía, te hago una pregunta sencilla: ¿no te molesta que Mauro no te defienda cuando recibís estas ‘agresiones’ que decís? A mí, te digo, me dolería muchísimo más eso que los comentarios puntiagudos de una mujer que te vio, ¿serán? ¿Diez veces?
Yo no impido de ninguna forma que Mauro crezca, es un pelotudo que no quiere crecer y yo -algún día que decidí reprimir- me amigué con esa idea; vos deberías hacer lo mismo. Que se lave sus propios calzoncillos no lo hace Josecito Independencia por más de que ambos quieran creer eso. Festejárselo me parece contraproducente incluso.

Yo lo adoro, no quiero a nadie como a él, ni siquiera a mí; y puedo reafirmarte una y mil veces que nadie lo va a amar como su mamá. Porque Mauro es una gran persona, es transparente y si está durmiendo la siesta y vos lo llamás diciendo que necesitás un riñón, se levanta y te lo lleva. El suyo. Es así él. Pero también es, digamos, quedado. Se fue a vivir solo porque el tío le dejó el departamento para que se lo cuidara. Vivía de joda bajo la premisa de que era lo único que podía y sabía hacer porque ‘los Belardez nacen sin vocación’. Viene a mi casa porque no le interesa concinarse y a mí me da gusto hacerlo. No veo nada de malo en agasajar a los que uno ama.

No te odio, nada está empeorando como decís. He visto decenas de chicas venir a almorzar a mi casa y creerse mejores que yo porque logran que Mauro haga la cama o al menos la estire. Pretenden que las aplauda de pie o no sé qué se piensan. Te felicito. Te felicito, Delfina, por cerrar los ojos y creerte que estás con un hombre de casi treinta años que se comporta como tal. Algún día vas a reprimir ese ejercicio consciente y vas a poder quererlo como lo quiero yo.

Pero así como me reprochás a mí todo este maltrato que sentís, ¿por qué no le pedís a tu novio que te explique qué pasa que ve que te basurean y se queda callado como si solo se escuchara el viento esquiando entre las hojas?

No voy a cocinar más con jamón cuando vengas. Se lo tendré que explicar a mi marido pero no va a haber problema.
En fin, mientras vea a mi hijo feliz, no me molesta que lo trates como tu obra de caridad.

Éxitos con tal proyecto.

Haydeé.


 

Haydée,
No quiero doblar la apuesta pero no puedo sino mostrar mi lado menos amigable porque ya no voy a seguir tolerando este resto defectuoso de tu buena voluntad.

¿Tanto hincapié en TODAS las que conoció? ¿Todas las que fueron a almorzar a tu casa? ¿TANTO? ¡En persona hacés lo mismo! ¿Cómo creés que me hace sentir, más allá de un cero a la izquierda en una lista interminable? Lo hacés a propósito para rebajarme, para minimizar mi vínculo con él, para desprestigiar cada uno de MIS logros en su actitud. No soy una más, mal que te pese. Soy su presente. Respetame como tal y dejá de revolver el pasado con el mismo cucharón con el que cocinás tu síndrome del nido vacío. Ninguna va a lograr que Mauro se empodere de su vida, pero tengo peores noticias para “mami”: vos, con tu resignación, tampoco.

Por supuesto que me molesta la actitud de él, pasivo, mirando con cara de boludo como nadie se preocupó porque yo tuviera algo para comer sobre la mesa, pensando que tus comentarios son “graciosos” o pretendiendo la paz mundial con un: “es así, no le des bola”. Tuvimos decenas de discusiones en las que lo único que hace es desvalorizar la situación y tratarme de fabulera, por lo que decidí atacar todos los frentes posibles antes de dar un paso al costado y alejarme de la versión costumbrista de Edipo Rey en Morón.

Estás ciega. Tu discurso y tu accionar son el agua y el aceite, tu palabra jamás se condice con tu desempeño. Vos no querés que madure, nunca lo quisiste, por eso lo llenaste de facilidades hasta asquearle la voluntad, todo en virtud de retenerlo bajo tu ala. Vaya uno a saber qué clase de matrimonio infeliz vivís que necesitás apoyarte tanto en tu hijo para procurarte un poco de felicidad. Es una víctima y por eso lo entiendo y le tengo paciencia.

Lo estás abrazando desde atrás solo para retenerlo y encima creés que es amor, que nadie lo va a amar como vos. Solo “mi caridad” podría salvarle la dignidad en este contexto y es lo que estoy intentando.

Y hablando de caridad, te hice un regalo de cumpleaños carísimo y para el mío ni me saludaste.

Saludos,

Delfina.


“…para desprestigiar cada uno de MIS logros en su actitud”. Se nota que lo amás profundamente en esas palabras de aliento.

Tranquila, Delfina, no te voy a maltratar más, ni voy a nombrar a anteriores, ni voy a cocinar comidas con carne cuando vengas. Pero me parece al menos apresurado de tu parte juzgar mis aptitudes como madre ya que te enamoraste del chico que yo crié. Tu palabra, entonces, no se condice con tu desempeño.

Le doy todo, estoy para él, siempre trabajé, trabajamos los dos para que no le faltara nada. Y vos cuestionás mi forma de criarlo. No tenés idea de lo que es ser madre, es evidente. Mucho menos de lo que es ser una buena o mala madre.
Es amor el que siento por mi hijo y no me interesa que lo entiendas o no. De hecho no me interesa nada de vos, pero voy a tener un trato cordial de ahora en más por Mauro, a quien sí quiero en mi casa. Si él quiere traerte, entonces serás bienvenida.

Te diría que me escribas cuando tengas un hijo pero vaya uno a saber dónde voy a estar yo.
Supongo que te vas a acordar de mí, de una u otra forma.

Los espero el domingo, voy a hacer canelones de espinaca y ricota.
Si quiere que me traiga la bolsa de sábanas y toallas. Si no, da igual. Honestamente, todo esto me parece bajísimo. Una guerra fría sin sentido, mucho más a mi edad.

Decile, si podés, que me llame. Que hace tres días no hablamos y extraño escuchar su voz.

Haydeé.


La guerra fría la iniciaste vos aunque te cueste creerlo. Yo atajé los pelotazos con altura hasta que no pude más y te escribí. Nunca vamos a llegar a un acuerdo pero nuestro vínculo tampoco requiere que seamos mejores amigas, con que no encendamos la mecha de la otra basta y sobra.

Nos vemos el domingo. Por favor no aclares que estoy más gordita, ya lo sé. Acabo de avisarle que te llame.

Yo no quiero molestarte, Haydée. Te estoy pidiendo a gritos un poco de entidad. Soy una más, pero quizás sea la definitiva.

Cuidate.

Delfina.

Manuel & Celina

Señor Manuel,
le escribo esta carta porque no sé cómo decirle esto de frente. Tengo algunos problemas con su señora. Yo estoy realmente feliz trabajando para su casa y su familia, y Matías y Julianita son muy tiernos y buenos conmigo, de hecho los fines de semana los extraño.
Pero la señora Andrea me pone realmente incómoda. Todas las noches de viernes, semana tras semana religiosamente me revisa el bolso a ver si me estoy llevando algo que no me pertenece.
Señor, yo jamás he robado en mi vida, soy una persona honesta, soy grande también, por lo menos para andarme con pavadas que pongan en riesgo mis ingresos fijos. No quiero ni necesito sus maquillajes, sus tapados, sus bufandas. Tampoco entiendo cómo es que me confía ciegamente a sus hijos pero cree que me puedo hacer de lo material que no es mío.
Es humillante, señor. No sé qué experiencias desafortunadas han tenido antes, pero no quiero someterme más a esa revisión como si los fines de semana fueran para mí libertad condicional y su esposa fuera el guardia de mi celda.
Perdoneme si lo hago, con esto, cómplice de mi incomodidad. Pero se me ha vuelto insostenible.
De todas formas, el domingo a la noche me tendrá en su puerta para lavar los platos y acostar a los nenes.

Nos vemos entonces.
Celina.


Celina,
Comprendo que le moleste la actitud de mi mujer, pero si usted es una persona honesta… ¿Cuál sería entonces el problema? No tiene nada que esconder. Podríamos revisarle hasta los bolsillos del saco de lana que usa de enero a enero sin encontrar ningún objeto para incriminarla.

No todo el que roba lo hace por necesidad, de hecho esos casos son los menos frecuentes. El poder, la envidia, la gula, la codicia, una adicción; podría pasarme la tarde enumerando razones por las que alguien se vería tentado a hacerse dueño de lo ajeno.

Dado el aprecio que le tenemos y los años que hace que trabaja en nuestra vivienda, vamos a cesar la revisión semanal de su bolso. Entienda que esto representa para nosotros un riesgo, en la casa tenemos objetos de valor que superan de forma holgada su sueldo, pero no queremos que continúe viviendo con esta incomodidad en el pecho.

Entienda también que cualquier beneficio conlleva una responsabilidad y que, a partir de ahora, cuando algo falte, los ojos se posarán sobre la persona que no permite que se revisen sus pertenencias. Digo, es una generalidad que la excede, cualquiera en sus circunstancias correría con la misma suerte.

Cuidar de nuestros hijos y realizar alguna tarea doméstica menor cuando la servidumbre tiene franco es su trabajo, confiar no es el nuestro. Todos tenemos dignidad, pero usted además tiene cinco hijos y tres nietos por los que se desvive. No sería incoherente pensar que ese soldadito importado que Mati tanto lloró, hoy en día habita en la casa incorrecta. No es una acusación, es una hipótesis para ejemplificar mi discurso.

Cuando en el verano organizamos el Día Feliz del Tío Manu y permitimos que los niños de nuestros empleados disfruten de nuestra pileta, siempre termina faltando algo. Lo tenemos contemplado en el presupuesto. Su nieta Noelí casi se lleva “por error” la campera Safari de Julianita. Bueno, cosas que pasan.

Le pido que deje de ver al amor de mi vida como la ejecutora de la silla eléctrica, cuando lo que nos mueve no es el descaro sino el sentido común. De todos modos, dejaremos de hacerlo.

Cualquier otra inquietud no dude en hacérmela llegar por carta o me llama a cualquiera de mis celulares.

Saludos cordiales,

Manuel.


Su mujer es mala conmigo, señor. Es sencilla y genuinamente mala. Es mala a conciencia. Y, ¿sabe qué es lo peor? A nadie le importa. No, ¿sabe qué es lo peor? No tengo otra opción más que soportarlo. Anteayer llegué y no me saludó, ni dio cuenta de mi presencia hasta que me gritó para preguntarme por qué le había puesto las sábanas de no sé qué superhéroe a Juli si son de Matías. No lo sabía, son de las nuevas que trajeron del último viaje. Me hizo cambiarlas en ese instante. Es parte de mi trabajo, lo comprendo, y no me molesta, pero hay formas y formas.

Sé que las empleadas domésticas se han ganado la fama de ladronas. No acuso de descabellada la sospecha. Y sé que mi familia no se ha comportado de la mejor manera en las pocas oportunidades de momentánea convivencia. Pero yo siempre brindé lo mejor de mí, y con todo el gusto. Su mujer me hace avergonzarme de mi condición, de mi situación. No sé si alguna vez lo ha notado. No me pasa con usted, mucho menos con las dos dulzuras que tiene por hijos. Pareciera que siente regocijo en dejar expuesto que hay cosas que yo jamás voy a poder vivir, placeres que me serán para siempre desconocidos, porque vivo en permanente lucha.

No renunciaré y le imploro que no reconsideré mi lugar en su casa. Pero la estoy pasando cada día peor. ¿Podría usted hablar con ella? Su maltrato trasciende la humillación que siento al ser revisada, es mucho más cotidiano, mucho más punzante a la vez.
Por favor, no se tome esto a mal. Puedo ver que es una gran madre y muy buena esposa, pero conmigo se comporta distinto.
Soy su tiro al blanco y los dardos nunca se acaban.
Quizás, si lo escucha de su boca, reconsidere cómo se me dirige.

Si quiere puede hablarme o responderme el viernes cuando esté retirándome, no quiero incomodarlo aún más.

Cariños,
Celina.


Mire, Celina, toda esta situación me resulta infantil. Digo, las cartas, las acusaciones, el adjetivo calificativo: “mala” y demás. Andrea no debería humillarla pero usted no debería tomarse tan a pecho los destratos de mi mujer. Al fin y al cabo, ninguna relación que dependa de un sueldo debería quitarle el sueño a nadie.
Cuando termine de escribir hablaré con ella, pero la colaboración debe ser bilateral.

Me gustaría compartirle un fragmento de la vida de mi mujer, para que lejos de angustiarse comience a entender. Demás está decir que cada palabra a continuación es absolutamente confidencial:

Andrea nació en una villa de emergencia rodeada de pobreza. Su padre la abandonó a ella, a su madre y a sus seis hermanos apenas nació. Su infancia fue un calvario, tuvo que salir a trabajar de empleada doméstica a los catorce. Recibió todo tipo de maltratos y abusos. En su adolescencia, cansada de ser el blanco de tanta hostilidad, empezó a colarse en la noche de los ambientes de poder para “enganchar” a un perejil que la salvara. Y ahí aparece en la ecuación el perejil que suscribe, es decir, el gordito pelado con problemas de estrabismo que se enamoró de una belleza morena de ojos grises. Ese soy yo.

No digo que sea una interesada, pero el motor no fue otro que el ascenso social. Hoy en día me ama con devoción y no tengo ninguna duda. No digo que sea un oportunista, pero jamás hubiera podido conquistar a semejante mujer con la cara poco agraciada que porto. Hoy en día la amo con devoción y no tengo ninguna duda.

Digamos que el resabio de su pasado infeliz todavía le genera puntadas en el humor, hay mucho resentimiento acumulado que va destilando en cada palabra dirigida a un empleado. ¿Es justo? Por supuesto que no. ¿Sucede? Sí, y va a ser muy difícil que cambie, mucho menos de la noche a la mañana.

No le pido que genere empatía, solo digo que lo tome como de quien viene. Y le doy otro consejo: hágale frente. Ella respeta a los que se manejan como pares. Celina, tu naturaleza sumisa tiene que empoderarse cada vez que te traten de forma injusta o abusiva. (El tutearla es un permiso que me doy por primera y última vez en esa oración.)

Escríbame en diez días y cuénteme si algo cambió.

La saludo,

Manuel.

Destruya esta carta después de leerla.


Señor, millón de gracias por su sinceridad y su tiempo. Debo decir que todos los que tenemos la certeza de que somos buenas personas vivimos esperando que nos llegue algo mejor. A veces no llega y a veces no tiene la forma que pensábamos. Otras veces sí. Y me alegro de que su mujer encontrara la salida de ese agujero infernal que es la miseria física y emocional. Nadie merece encarar hora tras hora, día tras día la supervivencia (no me atrevo a llamarlo ‘vida’) a esa condición.
No creo que eso le dé derecho a tratarme como lo más bajo de la raza humana. Pero quizás la búsqueda permanente de una mayor satisfacción con todo lo que la rodea es algo que ya forma parte de ella, de su personalidad.
Trataré de hacerme respetar un poco más. No, la palabra es valer. De hacerme valer.

Gracias, de vuelta, por la molestia. Y por sus dos hijos, tan querendones que sacan una sonrisa de un bloque de cemento.

Por último: usted no es feo, señor. No se coma ese personaje que su señora lo va a retar porque no es de origen orgánico.

Cariños,
Celina.


Me hizo reír, Celina. Gracias por considerar que mi fealdad, obvia y evidente, no es tal. Andrea come panchos a escondidas, yo me regodeo de mi genética poco suertuda, usted detiene la bala con una flor; cada uno se protege como puede.

Mis hijos la adoran y yo la respeto y creo que realiza un trabajo increíble. La vida de cada uno cuesta cada gramo de lo que pesa, que el valor nunca lo pongan los otros.

Y como dice Mati: “te ejo un bedsos poque me voyd”.

Cariños,
Manuel.

Alejandro & Sofía, la continuación.

(Primera parte.)

Hola, Ale. ¿Cómo estás?

Espero que esta reaparición no entre en la carpeta de spam porque me va a resultar complejo encontrar una paloma mensajera y tampoco soy muy fanática de redactar a mano. Siempre tuve la sensación de que las cartas en tinta, a diferencia de lo que se lee desde una pantalla, delatan las pausas para pensar. Quizás por el color de la tinta o la forma del trazo… no sé, cosas.

Un amigo compartió un estado público de Facebook y Alí Babá, los cuarenta ladrones, los seis grados de separación y la mar en coche me encontraron leyendo que te habían robado la mochila en tu trabajo. ¿Cómo estás? ¿Recuperaste los documentos? No sé si llamarlo destino o país de mierda, pero dejame contarte que más o menos el mismo viernes a la misma hora me robaron el celular. Así es como, entre otras cosas, perdí tu número de teléfono. Por eso la importancia de hacer copias de seguridad de la agenda y tener palomas mensajeras a mano para cuando el medio atenta contra el mensaje.

Acá escribí un: “te extraño” que borré, pero ahora estoy escribiendo esto que es lo mismo con una impronta menos invasiva. Te pensé cada día de estos ocho meses que pasaron. Quise creer en el robo dual como una señal, igualmente hubiera interpretado cualquier evento como una señal, ya no podía controlar las ganas de saber de vos.

Te cuento un poco de mí, si ya no te importa podés dar la lectura por terminada. Por las dudas:

Te mando un beso enorme,
-.So.-

 

Facultad, trabajo, familia, proyectos; todo perfecto.

Me separé.

Hace tres meses.

Digamos que la realidad me hizo tomar de mi propia medicina, todas las ideas revolucionarias sobre libertades individuales te golpean en la nuca cuando tu novio te deja porque su compañera de trabajo está embarazada de él. Se le rompió el telón al teatro y por los agujeros se vio el artilugio.

No te escribí antes porque no quería que te pienses como un consuelo. Ahora tampoco lo quiero. Para serte sincera, no sé qué quiero, pero ojalá hayas recuperado tu identidad. Y tu documento también.

Mi amiga Lupe piensa que tener una amistad con un ex es imposible, ella lo intentó con Santi (el que era su pareja) y la pasó feo. Ahora está re de novia con Andrés y no quiere saber nada sobre iluminar el presente con el pasado, dice que es empañar el día a día, obstaculizar la felicidad. ¿Vos pensás así también? Porque me gustaría tenerte en mi vida de algún modo.

Te mando un beso enorme,
-.So.-


Sof, hola! Qué lindo saber de vos.
Sí, me afanaron, una cagada. Aparte tenía 90 mangos en la mochila. Me jodieron la existencia por esa miseria.
Lo peor de todo, peor que tramitar el DNI, el registro, dar de baja las tarjetas, haber perdido la foto carnet de mi sobrina, peor que todo eso es que no veo una mierda porque ahí también tenía los anteojos.

Me entristece pensar que tu novio te tuvo todas las noches que yo no, sin merecerte. Me molesta por los dos, incluso hasta por los tres. Yo siempre que te ibas pensaba “soy buen pibe, tengo dos o tres dedos de frente, no soy vomitivo, ¿qué mierda pasa?”, me acuerdo de no sentirme suficiente, era horrible. Después pensaba en vos. En todo lo que sos, lo hermosa que te debías ver a la mañana, lo bien que te quedarían mis buzos, en comprarte pantuflas pensé, porque siempre tenés (o tenías) los pies helados. Pensaba en toda tu maravilla y me respondía solo. Sos de otro mundo vos, yo de éste.

El domingo pasado fui a un ciclo de poesía en un centro cultural más inhabilitado que el vendedor de “ray bing” del subte. El pibe que leía se hacía llamar jimeno o gimeno o ximeno, no sé cómo carajo se escribirá, y le dedicaba todos los caracteres, todos los espacios, las pausas, las inhalaciones, todo, a su ex. La destrozaba, era parte de su personaje, pero en el fondo se lo sentía desgarrado, te juro que cuando se bajó casi voy a darle un abrazo.

Me dejó el cuervo en casa y el insomnio me hizo pelota. Yo no te pude sacar de mi cabeza tampoco. Salí con una chica hasta hace tres semanas, ahora está de viaje, se fue un mes, vuelve el miércoles. No sé qué pasará. Estaba todo bien y me gustaba; pero yo tengo una especie de termómetro para saber si me gusta-gusta una piba: si me entero de que la pisó un tren, ¿me pongo muy triste? Si sí, estoy hasta las manos. Es raro, ya sé. Pero volví del ciclo este de poesía y pensé en que no sé cuánto me pegaría que esta chica se muriera (posta que si se muere mañana me voy a sentir el más yeta del planeta); y volví a vos y pedí que te mueras, como mínimo, un segundo después que yo.

Pero también definí que no quiero ser como este chabón Jimeno. No quiero que pasen los años y como no puedo dejar de pensarte, la única que me quede es autoconvencerme de que sos la peor mierda del mundo y me sea cómodo odiarte.

Pero bueno. La vida sigue, lamentablemente.
Te paso mi celular, mandame lo quieras, cuando quieras.
115 322 9850

Ale.


La mierda que pasaba era que, al igual que vos ahora y por culpa del robo, no veía.

Hola, una línea más tarde, un futuro a tiempo.

Noventa pesos no pagan todo lo que perdiste ni un: “perdoname” hace lo mismo por tus expectativas. De nuevo, no veía. Estaba tan ensimismada en mi individualidad que solo me servía lo que se adecuara a mi planificación familiar, a mi idea de cómo se debía desarrollar mi futuro. Todo lo “por fuera” no tenía que existir, era la única forma de llevar a cabo una vida sentimental tan floja de papeles con la frente en alto. No era libre, era una hipócrita. Estaba falseando una autonomía sostenida por mentiras y, oh casualidad, del otro lado estaban haciendo lo mismo. Sucede que solo hiere cuando el blanco sos vos.

¿Se nota que empecé terapia? Esta traición implicó un nacimiento para mí. Me fue inevitable pensar en nosotros, en qué hubiera pasado si el embarazo lo portaba yo.

En fin.

Tu termómetro del tren me parece sublime. Prometo morirme después que vos, yerba mala nunca muere (no me creo mala, estoy colaborando con tu voluntad de odiarme).

Te agendaría pero por el momento no tengo celular, o sea, sí, tengo, uno viejo con la pantalla completamente estallada que uso “provisoriamente”. Sucede que no me quiero comprar uno nuevo porque tengo miedo de que me lo roben, entonces el provisorio sigue en funciones, pero como es provisorio, no agendo a nadie. Todo esto tiene sentido, lo juro.

Es una lástima este vacío legal de teléfono porque un gordito de rulos me vio llorando en un colectivo, me preguntó qué me pasaba, le conté mi situación sentimental actual y me dijo (textual): “bajate Tinder, mamita. Es un cogedero hermoso.” Así descubrí que hacía meses que no me reía.

La vida sigue, lamentablemente.
Te mando un beso enorme,
-.So.-

NO.
Quiero verte.
Quiero tocar tu piel.
Quiero acabarte a los gritos en el oído, sentir tu perfume, que me hundas los dedos en la espalda.
Quiero tenerte adentro y temblar, revivir cada instante de lo que fuimos.
Quiero que tu mundo y el mío sean el mismo.
Te extraño y si cogíamos tan bien debe haber tantas otras cosas que haríamos bien, en su momento no podía verlo pero ahora quiero darnos una oportunidad.
Las pantuflas son anecdóticas, nosotros no.


Siempre encontrás la forma de mambearme como si hubiese abrochado mi cerebro a un asiento del samba. A mí me encantás, Sofía, yo estoy muerto con vos. Hace más de ocho meses, hace más de la unidad “meses” incluso. No pasa un puto día sin que quiera que te despiertes de la siesta en mi cuarto.

Pero de repente me encuentro saliendo con una buena chica, linda, simpática, que me manda fotos de los regalitos pedorros que me compro, que me dice que a la vuelta esto, que el finde lo otro; y me tengo que dar la oportunidad de estar con alguien que no me sea dañino. Aclaro: no te llamo dañina a vos, si no a la idea de tenerte que siempre es utópica. Y ahora te me plantás y me decís que dale, que pongamos primera; y yo tengo un miedo que no sé cómo explicarte.

No me animo a que no seamos lo que siempre quise.

Mi abuela me decía que ella sólo podía recordar, retener el recuerdo, hacerlo propio, si lo pintaba. Su casa estaba llena de lugares del mundo a los que yo todavía no fui pero siento que sí, que me los sé como un local. Tengo 31 dibujos de vos desnuda, vestida, mojada, durmiendo. 31 que no me parecieron una poronga y conservé para tenerte de la única forma en que podía tenerte.

Y no sé (lo que es) tenerte.

Necesito, además, darme la posibilidad de estar con alguien de cero, sin rollo, ver qué nos pasa, ver cómo hacemos para hacer crecer algo desde la nada misma. Un vínculo que se haya parido sano. Eso necesito. Por lo menos hoy, ahora, para calmar la murga que tengo en el pecho al saber de vos.

Y vos también te merecés algo fresco, lindo, ligero. Y no sé si te lo puedo dar. Yo por mí te llevo a una capilla y nos casamos anteayer. Con vos estoy entre enamorado y obsesionado, y es horrible leerlo, también decirlo; pero es algo que necesito “curar” para encarar lo que sea con quien sea.

No puedo creer que estoy escribiendo esto, pero prefiero no intentarlo. Ya me puse la pera contra el piso una vez, cuando te leí enamorada de otro. Prefiero evitar la posibilidad de abrirme de vuelta.

Ale.


Ale,
Nunca vamos a ser lo que vos siempre quisiste porque las relaciones se amalgaman conjugando deseos bilaterales. Eso no quiere decir que no podamos ser otra cosa mejor.

Pero está bien, no voy a insistir, nunca podría darte todo eso que (creés que) querés.

Solo te voy a pedir un favor, un regalo. Quiero uno de esos dibujos. Con que tengas 30 es suficiente, 30 es un número redondo, concreto, cerrado. Ese uno impar es para mí. Por favor.

En Avenida Corrientes al 1700 hay una librería que abrió hace poco y se llama Librotad, el dueño es Patricio, mi primo. Dejale el sobre a él. Lo vas a reconocer porque siempre tiene a su nene encima. Él te va a dar algo, un regalo para vos. Ahora le explico todo.

Cuando ese algo ya sea tuyo, avisame.

-.So.- 


No entiendo bien cómo carajo hiciste para conseguir la misma mochila que tenía si yo la compré hace como 7 años, pero muchas, muchas gracias.

Igual, ya te llevaba a todos lados, solo que sin una historia concreta detrás que pudiera explicarlo. La mochila, como cualquier otra cosa, como a vos el estado de facebook, me da la excusa.

Te dejé mi dibujo favorito. Ya me estoy arrepintiendo pero ojalá te guste(s).

Te quiero mucho. Me anuda todos los órganos esto. Pero necesito liberar ese ancho de banda mental que ocupa tu olor para poder probar cosas nuevas, para afirmarme que puedo enloquecer con otra piba. Vos ves todo esto lindo, sofi, pero te juro que tengo la cabeza dependiendo de tu existencia. Y me tara. Y si me estoy mintiendo, bueno, no será la primera vez que fui tremendo boludo.

El jefe de mi jefe es un genio, se toma todo muy liviano, y siempre dice que hay que ser un pelotudo hasta que salga bien. Pero él tiene una historia concreta detrás para explicarlo. Se llama Araceli.

Yo no quiero pero sólo puedo ser un pelotudo, evidentemente. Necesito casilleros libres de vos en la cabeza porque si no te me vas a encarnar.

Y si no pasa, estaré meta f5 en tu perfil en busca de una excusa.

Te quiero.
Besos, todos.


F5
F5
F5
F5
F5
F5
F5

Veámonos.


Ale,
Entre el primer y segundo mail pasaron veinte minutos pero los viví como si fueran tres vidas. La angustia que me generó tu despedida fue directamente proporcional al salto de alegría que pegué cuando tus F5.

Gracias a Ardonai Nieves y una tarjeta de crédito con el cargo de dos celulares por los próximos nueve meses, estoy por recibir el nuevo aparato, es inminente. Ya tengo tu número y tu voluntad, qué más quiero. Te escribo desde (el más) allá.

Ahora salgo corriendo que una compañera del club va a preguntarle a su novia si quiere vivir con ella y nos pidió ayuda para grabarle un video divertido. En otra época hubiera pensado que es la idea más patética del mundo. Hoy también, pero llevo las pelucas.

Me alegraste los próximos veinte minutos, es decir, ésta y tres vidas más.

Veámonos.

Rodrigo & Luna

Boluda, sorry, ya sé que es cualquiera que te diga esto pero estás quedando como el orto. Veo pasar fotos tuyas en bombacha y después te leo en Twitter decir dónde estás o a dónde vas a estar todo el tiempo. No sé, no lo soporté y me dieron ganas de decirte que tenés que bajar un cambio, que es OBVIO que estás intentando llamar la atención de alguien y que no es por ahí.

Capaz estoy flasheando y capaz lo tomás como una agresión, ni en pedo lo es pero bueno. Pensalo un minuto. No sé si un chabón te dejó, fantasmeó o todavía no pasó nada, pero se te nota la desesperación a leguas.

Yo sé que tampoco soy el mejor de los abordadores, pero posta tomalo como consejo. Regulá. No te hace falta toda la parafernalia de seducción para atraer.
Cada uno canaliza como y por donde puede, pero siento que esto te va a restar un montón, si no es hoy en algún momento y con algún otro pibe.

Perdón si te cayó mal, guardarme las cosas es algo que no me sale. En desubicarme, en cambio, me destaco con creces.
Supongo que el hecho de que no nos conozcamos me hace no pensar esto dos veces antes de mandarlo.

Avisame si te puedo dar una mano con algún arroba. Prometo discreción y sutileza.

Abrazo y perdón, podés mandarme a la mierda, todo bien.

Rodri.


“No te hace falta toda la parafernalia de seducción para atraer.” dice el de la foto de perfil sin remera.

Vos no tenés idea de nada, Rodrigo. Andate a la mierda. Saberte un desubicado y jactarte de eso te hace desubicado y pelotudo. Probablemente me arrepienta de todo lo que estoy escribiendo pero surfeo una ola de ira y no me importa hacerte sentir mal, es más, ojalá te haga sentir mal.

Cualquiera se pone una pipa de soberbia en la boca y cree que puede sacar conclusiones sobre la vida de los demás, pero no te confundas, tus principios berretas tienen menos likes que mis fotos.

¿Sabés que pasa, Rodriguito? Me llamo Luna. Pero, ¿sabés que pasa, Rodriguito? Me llamo Oscar. Porque a la vida no le alcanzó con darme el género incorrecto, también tengo un nombre de mierda.

Sí, todo empezó para llamarle la atención a mi ex novio, pero ahora ya no es más por él. Es por mí. En la virtualidad puedo ser la mujer que me siento, la mujer que soy. La mujer plena y hermosa que no le teme a nada ni a nadie.

Todos esos que si me cruzan por la calle me escupirían, ven una foto de mis tangas y se hacen la paja pensando en mí. Son tan enfermos y están tan pasados de leche que ni siquiera se dan cuenta de que mis tetas son cuatro pares de medias, maquillaje, una remera escotada y la cámara contrapicada.

¿Sabés por qué muestro mi intimidad sin censura y de forma gratuita? PORQUE FUNCIONA. Porque subo una foto en culo y a los diez minutos estoy hablando con cuanto pajero la vio pasar. Porque gusto, porque soy aceptada. Porque hombres que jamás me tocarían un pelo están pendientes de lo que publico.

Todo lo que escribo es falso, jamás estoy en donde digo que voy a estar. Es parte de la imagen que quiero vender. Todo es una construcción completamente redituable. Sí, es muy, muy redituable.

Salí un día a caminar conmigo, escuchá las cosas que me gritan. Dale, vení. Sé testigo de cómo mi dignidad se pierde en cada alcantarilla. Ahora leé los comentarios que me dejan en las fotos. Hasta las mujeres me elogian. ¿Vos qué harías en mi lugar?

Cuando subo una imagen y empiezo a ver cómo se llena de corazones, se me genera una adrenalina tan fuerte que me olvido de todo lo que sucede a mi alrededor. La realidad desaparece, me siento mejor, feliz. El efecto dura poco así que, cuando empiezo a caer, subo otra. Y como cada vez quiero más, cada vez tengo que mostrar más. Entiendo a la perfección este intercambio.

Los que me juzgan por lo que hago no tienen idea de lo que sucede, son la punta del iceberg. En privado tengo una fila de mensajes acumulándose. Mueren por mí, Rodrigo. Hacen lo que quiero.

Lamento que tengas que enterarte de todo de esta forma, si no te dije nada es porque no creí que fueras capaz de seguir hablando conmigo cargando el peso de la verdad.

Vos dejame vivir mi vida, yo te dejo vivir la tuya.
Y te aclaro que lo que vos hacés subiendo fotos de tu auto, de tu departamento en Puerto Madero, de tus viajes y de las máquinas en el gimnasio; no es ni más ni menos que lo que hago yo subiendo una foto en culo. Cada uno se soba el ego con lo que tiene a mano, solo que algunos tienen mayor poder adquisitivo y creen que por eso pueden dar lecciones de moral. No te confundas, vos no mostrás tu intimidad porque tenés otras herramientas, no lo necesitás.

Son todos unos hipócritas.

Luna.


Te voy a dar dos buenas noticias, que puede que me pasen posta o puede que sea que vengo fumando una banda: me chupa un huevo tu sexo y nunca me calentaste.

Tardé en responderte porque quería asegurarme de que no fuera una joda y entrara como un boludo. No lo definí nunca (guiño) y vine porque si es mentira, al no responder ya cuenta como caer, y si es verdad, quiero responder. Así que es responder o responder. Tenés un problema gravísimo, piba, y es que relacionás ser mujer casi unívocamente con estar buena y que los hombres se mueran por vos.
Entiendo que es la herramienta que tenés a mano y que te saca del pozo al que te manda cada fuckin transeúnte de esta ciudad del demonio, pero y qué si intentás construirte, conocerte desde otro lado. Si sos Luna, ya está, sos Luna. No digas más que te llamás de otra forma porque es como que yo salte y diga buen día, Aurelio Gutierrez, encantado. Nada que ver.

Te charlo porque me caés bien y porque quería decirte che bajá un cambio sos copada igual, culo al aire o cubierto. Si te quiero dar es por todo lo demás, justamente, no porque veo pasar tu culo cada 15 posteos.
Pero buen como quieras, atacame con las cosas que consumo, los músculos que tengo o los autos que manejo. Eso sí que re define a alguien eh.

Si seguís alimentando la idea de que sos un hombre con medias en el pecho, te lo vas a terminar creyendo. Y ojo ahí eh, que ser lo que odiás es más jodido que no ser lo que amás.

Si querés intentá todo este combate sola, pero te advierto que va a doler.

Beso chabona que tengas buena vida,
nos vimo.


Me gustaría saber en qué dependencia tramitaste el carnet de megapelotudo. Me sinceré, te abrí mi corazón, te conté una verdad que solo mis afectos más cercanos conocen; y me rompiste cada palabra en la nuca.

Yo no relaciono ser mujer con estar buena y que los hombres se mueran por mí, de eso se encarga la sociedad. Yo me limito a sacarme fotos jugadas para que el hámster siga girando en la rueda de banalidad en la que vivimos.

¿Y qué si quiero sentirme mejor conmigo misma? ¿Cuál es el problema? ¿A quién le importa? A mí no me da para otra cosa, eh. No soy linda, no tengo plata y mucho menos talento, ¿qué se supone que debería hacer? ¿Sacarme fotos de las uñas y esperar que me lluevan pretendientes? Tu don de gente me lo paso por el mismo lugar que la tirita de la tanga, corazón.

Qué imbécil. Los golpes bajos te los podés ahorrar para escribir una frase pedorra en tu cuenta de Twitter y que te halaguen las tres forras que te hicieron creer que sos alguien.

A mí tampoco me calentaste, eh. Nunca. O te vas a creer que cuatro músculos y la campera de las tres líneas hacen mucho por tu personalidad. Sos un boludo genérico creyéndose dios entre cientos de boludos genéricos que #gym #gymtime #lovegym #gimnasio #entrenamiento #pesas #sinexcusas #motivacion #amomicuerpo

No puedo creer que compartí el aspecto más importante de mi vida con un infradotado.

Que ni se te ocurra contarle a alguien lo que te dije. Te juro que te voy a buscar y te cago a trompadas, la pija me sobra pero la tengo bien puesta. ¿Me leíste? Sí, tómalo como una amenaza porque lo es, tan literal como se lee.

Ser lo que odiás es más jodido que no ser lo que amás, pero peor es ser como vos.

Luna.


No entendiste nada, piba. Pero ta, es evidente que hablamos idiomas distintos.
Yo no te quise ni hacer sentir mal ni jugarla de superado.
Sólo te dije que no intentes convencer a nadie de que sos mina, ni siquiera a vos.
Sos mina y punto.

No lo voy a contar porque, como te dije antes, me chupa un huevo tu sexo.

Beso, que andes bien.


Ahora me y te releo y ya no sé. Estoy tan acostumbrada a que me ataquen que perdí el criterio para separar las ofensas de las críticas bien intencionadas.

Nosotros teníamos una buena relación virtual, qué se yo, me ponía contenta tener un mensaje tuyo pendiente de lectura. Me duele en el orgullo pedirte disculpas porque no creo que las merezcas, pero perdoname, quise ofenderte y ahora estoy arrepentida.

Si ya no querés volver a hablarme lo entiendo, solo dejame decirte que la vida para mí es mucho más compleja que para el resto, y no me estoy victimizando, es tan objetivo como doloroso. Detrás de las fotos innecesariamente explícitas hay una mujer emocionalmente derrumbada. A veces siento que esos corazones virtuales son mi único consuelo.

Me venía bien tenerte de amigo.

Te mando un beso, Rodri.

Luna.


Estás pirucha pero creo que me cabe.
Me tenés, piba.
Podemos seguir hablando, pero yo voy a seguir pensando que podés prescindir de todo el decorado y vas a ser mina igual. Hoy y siempre.

El meme del EL DECORADO SE CALLA es polisémico. Y POLISÉMICO es una palabra que aprendí tipo anteayer.

Salgo pal gimnasio que el paso del tiempo me angustia y me desinfla por igual.

Beso, Luna.