Pedro & Miss Caro

Miss Caro:

Hola, mis papás y yo y el bebé nos vamos a mudar a Mendoza. Ya avisamos en el colegio para que el año que viene no nos rehagan los papeles y esas cosas. Me dijeron que lleve al colegio algo para compartir con mis compañeros y mi mamá hizo una torta y la puso arriba de la lunchera. Pero yo no queria traerla porque no quiero festejar que me voy. No me quiero ir a Mendoza, no conozco a nadie y tengo que dejar las clases de guitarra también además. Y vos no sos maestra en Mendoza porque vivís acá, entonces yo también me quiero quedar porque me gustan tus clases y cuando nos das stickers de garfield cuando nos ponemos vagos. Quería escribirte para decirte que sos la mejor seño del colegio y te voy a extrañar, y además quería saber si me ibas a ir a visitar si yo te paso la dirección de mi nueva casa. Y si venís lo podés conocer a Francisco y se puede llevar bien con tu bebé aunque no creo porque llora todo el día.

Bueno, igual traje la torta así que si querés después te llevo un pedacito a la sala de maestras.

No la sé la dirección de Mendoza todavía pero ya se la pedí a mamá y también me dio un mail para que me escriban todos ahí, porque yo no tengo. Vos tenés mail?

Te quiero, miss caro.

Tus clases son las mejores y si me venís a visitar te prometo que me podés tomar dictation de cualquier cosa y me voy a sacar Sobresaliente porque voy a llevarme todo para practicar.

Un beso (igual nos vemos toda la semana que viene también, no me voy ya ya)

Pedro

Perdón por el sobre dice Banco Saberes que porque es de la oficina de mi papá, yo intenté hacer uno con la hoja y la cinta scoch pero no pude.

Pedro.


 

Querido Pedro,

Te escribo esta carta con la misma lapicera verde con la que corregía tu carpeta, para que el olvido no te borre la imagen de mi letra. Todavía recuerdo el abrazo que me diste el último día de clases, cuando viniste corriendo a entregarme el papelito con tu nueva dirección en Mendoza. La mía está en el dorso del sobre así que podés responderme o escribirme cuando quieras.

¿Cómo te trata el veranito mendocino? ¿Ya tenés nuevos amigos? ¿Fuiste a recorrer? Contame cómo estuvo ese primer mes en tu nuevo hogar.

Por mi parte estoy muy bien, el bebé no me deja dormir mucho y es mamero así que lo tengo a upa casi todo el día, es cansador. Pero estoy feliz, ahora nos vamos unos días con mi marido y el nene a Mar del Plata de vacaciones.

Sos un chico responsable, aplicado, carismático y muy dulce; un alumno ejemplar. Fue un placer tenerte en el aula. Esa sonrisa nos contagiaba a diario.

Tengo que hacerte una pregunta, Pedrito. Esto ya lo hablé por teléfono con tu mami, ella está al tanto de la situación pero confía en que vos me vas a contar la verdad y no se va a meter, me lo prometió. Va a ser nuestro secreto. Necesito que seas sincero conmigo.

Una tarde de octubre sucedió un episodio con Marina del que nadie tiene información, pero me consta que vos y tu grupo de amigos saben exactamente qué pasó e hicieron un pacto de silencio.

¿Qué pasó con Marina? Ella era una alumna alegre, simpática, divertida. Participaba en clase, hacía la tarea, parecía un cascabel cuando se reía. No se podía quedar sentada en su silla. Pero de un día para el otro su actitud cambió: empezó a estar callada, ausente, tímida. Dejó de cumplir con las consignas, ya no tenía participación, parecía una extraña. Casi pierde el año y repite. Los padres nunca pudieron explicar esta transformación y en el colegio no supieron darles respuestas.

Sé que sucedió algo que los involucra a ustedes, al grupo de amigos más cercanos que tenía. Por eso me gustaría que rompas cualquier tipo de alianza y me digas la verdad. Podés confiar en mí. Ya pasaron varios meses, ya estás en otro lugar, podés abrirte y contarme todo en confianza.

Mi intención no es pecar de chusma, quiero ayudarla. Confío en vos para ayudarme a ayudarla.

Seguí practicando el dictation, te pego un sticker de Garfield porque seguro lo estás haciendo muy bien. Y recordá que: people ARE (people “is” does not exist).

Un beso enorme,

Miss Caro.


 

Caro, hola!!!

Es lindo acá y tengo una cancha de fútbol cerca y ya me hice amigos. Uno se llama Alvarez de apellido como vos, pero no te conoce. Se burlaron porque me dijeron que es un apellido común pero yo me acuerdo que vos unas vacaciones te fuiste a Córdoba a ver a tu familia así que capaz tenías también en Mendoza.

Hay una chica que me gusta, se llama Sofía y es la hija de un señor que trabaja con papá. Igual sólo la vi dos veces que vinieron a cenar. Me pidió mi Facebook pero papá todavía no me deja tener, le di el mail que me hizo mamá y me mandó una tarjeta que era un perrito que se quedaba dormido comiendo, porque yo una de las cenas me fui a dormir porque venía de fútbol y estaba re cansado.

Lo de Marina que yo vi no fue tan grave pero me parece que Joaco después se la siguió. Viste que ella supuestamente tenía una hermana melliza que se murió en la panza? Buen yo creo que ella gustaba de Joaco y él hizo un chiste como “prefiero transarme a su hermana muerta” o algo así que le dijo a Marcos, y ella escuchó y se puso re mal pero después Joaco le dijo que perdón que era un chiste y no era para tanto; ahí yo entré al aula de nuevo y ella se quedó con los chicos que me parece que le preguntaron cosas de la melliza como desconfiando de la historia pero tampoco sé tanto.

Igual después le pedimos todo perdón y dijo que nos perdonaba eh.

A las dos semanas la invité a casa cuando mi mamá me trajo la pochoclera pero me dijo que no podía. Juana y Lau sí vinieron así que no sé.

Caroo vas a venir a Mendoza? Mirá que Fran todavía duerme en lo de mis papás y hay un cuarto libre.
Me compré una mochila que está buenísima es como portátil. O sea no portátil como que se dobla y se hace muy chica, un rollito, como que se desinfla.

Y también en mi cuarto mamá me puso un cuadro enorme del escudo de boca que quedó buenísimo también.

Vos eras de San Lorenzo no? Querés que le pregunte dónde lo compró y si hay de otros equipos? Capaz para cuando sea más grande tu hijo.

Escribimeee

En Septiembre nos vamos de viaje una semana porque acá hay vacaciones de primavera. Pero igual si no cuando llegue leo y te contesto, vos escribirme que acá llega igual aunque no estemos.

Pedro


Ah Caro te mando esto por mail porque me olvidé capaz te llega antes de la carta pero por favor no les digas a los chicos que yo te conté igual ya sé que ya no enseñás y ahora van a estar con Sandra en Language pero igual, por favor no les digas porque lo habíamos prometido.

Ellos nos saben que nosotros hablamos y me dirían de todo


 

Querida Norma,

Primero y principal te quiero pedir disculpas por enviarte un mail en el receso de vacaciones, me tomo esta atribución dado que más allá de ser la directora del colegio también sos una amiga, y en nuestro vínculo existe la confianza suficiente como para que decida escribirte.

Lo que hoy me convoca no es menor, finalmente logré dar con la verdad. Voy a copiar de forma textual lo que Pedro me escribió en respuesta a la carta que te comenté que le iba a enviar:

“Ella gustaba de Joaco y él hizo un chiste como ‘prefiero transarme a su hermana muerta’ o algo así que le dijo a Marcos, y ella escuchó y se puso re mal pero después Joaco le dijo que perdón que era un chiste y no era para tanto; ahí yo entré al aula de nuevo y ella se quedó con los chicos que me parece que le preguntaron cosas de la melliza.”

Como sospechábamos, en el conflicto con Marina están involucrados Joaquín y Marcos. Imagino lo que debe haber sido ese momento para ella, ya que su hermana melliza no murió al nacer sino que la mató a golpes el padre borracho cuando tenía dos años, que ahora está preso. Pobrecita, sostener una mentira que la obligó a decir su mamá habiendo sido ella misma también víctima del maltrato.

Cuando retomemos la actividad escolar propongo que el equipo de psicopedagogía tome cartas en el asunto y asistan a Marina en todo lo que sea necesario. No había demostrado signos de perturbación por el tema hasta el momento pero creo que no podemos seguir ignorando la situación.

Habría que prestar especial atención en Joaquín y Marcos, ya que presentaron este tipo de comportamiento de violencia verbal en varias ocasiones. Debemos accionar a tiempo para que no vuelva a ocurrir.

Estuve pensando en que sería bueno agregar actividades extracurriculares de asistencia obligatoria para el alumnado sobre violencia familiar, violencia de género, bullying y algún taller de expresión como teatro o escritura. Podemos coordinar meriendas extraordinarias en los cursos de los más grandes para que puedan exponer sus miedos, deseos e intereses; o compartir lo que necesiten sobre su vida personal.

Todo esto lo estoy armando en un proyecto que te voy a presentar a principios de febrero, cuando se abran las mesas de los recuperatorios.

Por favor guardemos absoluta discreción y pongámonos en campaña para asistir a estos chicos sin involucrar nombres o el suceso en particular.

Te cito tu frase favorita: “Las maestras que se rascan todo el año y tienen tres meses de vacaciones”, como diría cualquier pedante que no tiene idea de todo lo que sucede adentro de un colegio.

Te mando un abrazo enorme y desde ya, muchas gracias.

Miss Caro.


Pedrito,

Muchas gracias por contarme la verdad, era muy importante. Muchas gracias. Prometo guardar el secreto, no vas a tener ningún problema con tus amigos. Estás ayudando a Marina, te felicito.

No tengo familiares en Mendoza, ¡me alegra que ya te hayas hecho amigos! Podés invitar a Sofía a tomar un helado alguna tarde, sé que sos un poco tímido cuando te gusta alguna chica pero tenés que animarte.

Te prometo que ponto nos vamos a volver a ver. Vos estudiá y prepárate para arrancar el año.

Soy de San Lorenzo, sí. ¡Qué bueno lo del escudo!

Pedrito, vos ya sabés que ante cualquier problema que tengas con inglés podés contar con mi ayuda. Me gustaría que continúes el cuento de “Peter, The Rabbit.”, escribilo y mandámelo así te lo corrijo y cuando tu hermanito sea más grande se lo leés completo.

Que termines muy bien el verano, te mando un beso y te pego otro sticker de Garfield.

Miss Caro.


 

Caro, buenas tardes.

Me dejás helada, y mirá que he visto y presenciado decenas de casos de agresión u ofensa verbal; pero éste resulta inadmisible.

Marina ha tenido que sobrevolar peleas familiares, mudanzas, clínicas de rehabilitación y depresiones por parte de sus padres; es demasiado para una chica de apenas 10 años. Es demasiado para cualquier mortal, incluso.

Tomo tu propuesta de agregar a la currícula apoyo y educación pedagógica respecto de violencia de género y bullying. Por el momento dejaremos ‘violencia familiar’ en veremos. Somos un colegio tradicional, con catequesis y toma opcional de la primera comunión; entenderás que hay permisos que no podemos darnos, por lo menos no hoy.

Espero a ver tu proyecto y te digo qué se puede llevar a cabo y qué no. Las meriendas las percibo inviables dado que los chicos ya tienen doble escolaridad y la mayoría realiza actividades por fuera de la institución cuando termina el día.

En referencia a Marcos y Joaquín, citaré a sus padres a la vuelta para hablar de su comportamiento a lo largo del año pasado y puntualmente en este caso. Desde ya, lamento tener que decir que se los sancionará pertinentemente. Ya resolveremos si con una suspensión o con talleres extracurriculares obligatorios.

De todas formas y específicamente hablando de Joaquín, su familia tiene 4 hijos en el colegio y la madre integra la comisión directiva, con lo cual, entenderás nuevamente, debo ser algo más “comprensiva” que si se tratara de otro alumno. Los aportes de los Acuña a la institución pagaron prácticamente un tercio de la reforma del campo de deportes.

En cuanto a Marina, me gustaría que tuviera algunas sesiones particulares con Andrea que, a mi criterio, es de las profesionales más didácticas que él área dé psicopedagogía del colegio ha tenido.

Pero ahora estamos de vacaciones y cada borrego es problema de sus padres. Disfrutá, Caro, desconectate; tampoco es que hay una amenaza de bomba jajaja ¿te acordás?

Nos vemos a la vuelta y tomamos carta sobre el asunto.

Cariños,

Norma.

Berenice & TeDigoLaVerdad

Berenice,

Abrí esta casilla (tedigolaverdad@) solo para mandarte este mail. Podría interpretarse como una actitud cobarde pero tengo mis motivos para usar el comodín de la virtualidad, los cuales prefiero preservar.

Tu novio te está cagando. Hace más de tres meses que se está viendo a escondidas con Ornella, una rubia que fue ayudante de cátedra cuando cursó Derecho Notarial. Lo sé, me consta, no me baso en suposiciones, se encuentran como mínimo una vez por semana.

Cuando se recibió estaban los tres en un mismo salón, fue una imagen triste, me dio pena por vos.

Podría darte más información pero creo que por el momento alcanza.

Cuidate y suerte.


 

Mirá, en primer lugar, me parece que si me vas a decir algo así y poner en juego mi relación, como mínimo espero me expliques quién sos o cómo tenés esta información. No te voy a mandar a la mierda ni mucho menos, no me interesa, pero sabrás entender que me cuesta muchísimo confiar en alguien que no sé quién es ni cómo me conoce, ni cómo conoce a mi novio. Digo, ¿por qué le creería más a un mail anónimo que a Javier, con quien me levanto hace 4 años todas las mañanas?

No sé hace cuánto sabés esto que decís o por qué te preocupa mi bienestar, que yo lo sepa. Eso me intriga, por qué te interesa que yo lo sepa.

Si es así, espero novedades más concretas tuyas.

No pretendo ser agresiva pero no te conozco y me decís que mi novio me caga, tampoco quiero invitarte unos mates, viste.


 

Si quisiera decirte quién soy o cómo tengo esta información lo hubiera hecho en persona, lo único que tenés que saber sobre mí es que soy un canal de información, es anecdótica mi identidad.

No pretendo que confíes en mí, pretendo que no confíes en Javier. ¿Por qué me creerías? Porque lo conozco:

Se llama Javier Ramos, tiene 27 años y juega al fútbol los martes a la noche en una canchita por Constitución. Su remera favorita dice Harley-Davidson y tiene la estampa de una moto toda descascarada. Le gusta el mate sin azúcar y los bizcochos dulces Don Satur.

También te conozco a vos, Berenice. Sos hermosa, el amor de la vida o la envidia de cualquiera. Trabajas haciendo promociones y te encanta pintar. Naciste en Corrientes y viniste para acá cuando eras chica. Te encanta andar en bicicleta.

Los conozco: les gusta ir al cine y suelen ir a pasear por Plaza Francia. En su departamento tienen colgado un cuadro de tu abuelo.

No me preocupa tu bienestar, simplemente quiero que sepas la verdad. A la verdad positiva se la conoce como “buenas noticias”, yo no te traigo buenas noticias, yo vengo a decirte la verdad. ¿Por qué quiero que la sepas? La casa se reserva el derecho de ser discreta. Soy mujer, sí, por si andabas asociándole una identidad de género al adjetivo calificativo.

Ornella y Javier se van a ver mañana martes a la noche. Te va a decir que va a jugar al fútbol, pero va a estar hasta tarde en el departamento de ella. Ya ha usado esta excusa en algún momento. Ella vive en Perú 651, 2°A.

No le digas nada y andá, mandate, vas a ver que va a estar ahí. Y después contame quién tenía razón.

Te estoy abriendo los ojos, como mínimo me debés una cerveza.

Cuidate y suerte.


 

Hijo de un vagón de putas. Te vi, te vi y estoy segura de que este sos vos. Nadie sabe tanto de nosotros. Te ocultás detrás de un mail anónimo, te juro que me cuesta creer que alguien puede tener los huevos tan mal puestos. TAN.

Después de todo lo que pasamos, Javier. No podés ser tan cagón. Asco me das, y lo peor es que no puedo tenerte bronca, no puedo odiarte porque te siento una extensión de mí después de tanto tiempo. Sólo puedo estar triste. Llorarte y mirarte y rogar que te vuelvas a enamorar. Te escribo esto un sábado, tras cuatro días de pudrirme por dentro, de levantarme al lado tuyo y sentir que me tocás con manos sucias, que con mi piel no te pasa nada. Ni sabés cómo es mi piel. Yo en cambio podría acertar exactamente con qué temperatura corporal te despertás, cuánto marcaría el termómetro a las 3 de la mañana o qué factores te enfrían, qué te da calor también. Todas las mañanas rogando que te vuelvas a enamorar pasé.

Me siento la mujer más horrible del mundo y duele tanto, tanto.

No me merezco esto. Quizás no es por mí, no podés con tu genio o te voló la cabeza otra chica, pero vos tampoco merecés mi madurez, mi respuesta racional. Yo te di todo. Me mudé a capital por vos, te banqué cuando estabas sin trabajo, le salí de garante a tu amigo que se patinó la guita en apuestas. No tenés idea de lo humillada que me siento, lo usada. Lo tonta. No podés ni empezar a imaginarte cuánto estoy repensando, me cuestiono todo lo que soy, cada regalo que me diste. Me pregunto con cuántas y si alguna vez me habrás dicho alguno de sus nombres y yo no me habré dado cuenta. Si les habrás dicho el mío.

Toda la gente que lo sabrá y me habrá mirado miles de veces mientras pensaba ‘pobre cornuda’. No sé cómo decirte cuánto duele. Me quiero pegar porque te quiero pegar y vos seguís acá adentro mío. Nos quiero cagar a trompadas, a vos por forro y cagón y a mí por boluda. Pero yo voy a seguir, voy a salir.

Javier, yo voy a seguir con mi vida y vos vas a seguir con la tuya, pero quiero que nunca te olvides de lo que me lastimaste, quiero que entiendas que yo a partir del domingo soy otra persona, como si con un bate hubieras dado en alguna parte de mi cerebro y todas las áreas del comportamiento y percepción se vieran afectadas. Lloré más que en el entierro de mi abuelo, al que fuiste y me abrazaste como si lo sintieras. Me rompiste.

A vos que te gustan esas historias de muertes insólitas. Acá tenés una. La Berenice que conocés está muerta.

Tenés tus valijas en el cuartito del garage. No me toques el timbre porque no voy a estar. Cambié la combinación de la cerradura esta mañana. Andate y no vuelvas. Si intentás algo, te lo juro y me conocés, te hago la denuncia.

Yo voy a salir adelante. Voy a ser otra y voy a encontrar a alguien que quiera cuidarme, que sepa exactamente cómo huelo y cuando no me vaya a tener cerca por un tiempo, le haga falta esnifarme para llevarse mi olor consigo. Voy a ser muy feliz con otro. Muy feliz, Javier.

Y vos vas a seguir siendo este cagón, pobre tipo que no vale ni dos mangos.

No vuelvas.


 

Hermosa Berenice, yo no soy Javier. Ya te dije que soy mujer, además.

Me carcome la intriga de pensar qué habrá pasado cuando llegó y encontró las valijas en el garage, ¿se puso violento? Lo de cambiar la combinación de la cerradura siempre es un acierto.

Creo que mi tarea está cumplida.

¿Querés saber quién soy? Te di lo que merecías, la verdad. ¿Vas a querer más?

Pensalo un segundo. Ahora pensalo de nuevo…

¿Es realmente importante mi identidad?


 

Si sos ella, me importa poco y nada. De verdad, se me anuló la glándula de empatizar, de pensar por fuera de este dolor.

Seas quien seas, me cagaste la vida. Pero gracias.

Uno a veces cierra tan fuerte los ojos que cuando los abre sigue viendo ese negro al que se empecinó en acostumbrarse.

Me vine un tiempo a lo de mis viejos, como ya sabrás, o no.

Te pido que no te vuelvas a reportar, la herida sigue abierta y cualquier palabra la infecta.

Saludos.


 

Yo no te cagué la vida, Berenice. Yo quise mejorártela cada instante que estuve al lado tuyo, tuve como prioridad llenarte de felicidad incluso sin preocuparme por suministrarme la propia.

Vos ya sabés quién soy. Lo sabés porque fuimos amigas durante muchos más años que los que se pueden contar en una vuelta por los dedos de las manos.

Me cansé de decirte que Javier era un mal tipo, una mierda de persona, una lacra; pero nunca me escuchaste. Estabas cegada por el amor que te hacía creer que sentía por vos. Él fue la razón por la que tomaste la decisión de alejarte de mí, no se lo voy a perdonar nunca. Rompiste una amistad de toda la vida porque no te bancabas que te dijera cosas negativas sobre él, cosas que eran ciertas. Cada crítica estuvo fundada y el tiempo me terminó dando la razón. Siempre me generó una sensación horrible en el pecho.

Si yo, Virginia, te decía que Javier te estaba cagando, jamás me ibas a creer. Hubieras pensado que todo formaba parte de una estrategia para recuperarte. Lo tenías que ver con tus propios ojos.

¿Cómo me enteré? Casualidades del destino, que sabe ubicar todo en el lugar que corresponde, porque las casualidades no existen. Me hice muy amiga de Ornella porque vamos juntas a un taller literario, y ella empezó a escribir poemas sobre un chico que había conocido. Cuando le pregunté quién me mostró una foto y la cara era inconfundible. Me callé la boca y traté de sacarle toda la información que pudiera, y así es como me enteré de su historia. La escuchaba hablar de él con tanto amor que me carcomía las tripas, me sentía el abogado del diablo. Pero necesitaba hacer saltar esta traición.

Lo lamento mucho, Berenice. Pero de nada.

Cuando cumplimos 18 años te confesé que estaba enamorada de vos y no fue recíproco, pero nos las ingeniamos para continuar con el vínculo como si ese momento nunca hubiera existido. Siempre lo estuve, lo sigo estando. Vos siempre lo supiste, también. Yo jamás te hubiera hecho una cosa así.

Vos no querés ser mi amor pero yo te voy a cuidar toda la vida, y no voy a permitir que nadie te haga perder el tiempo. Nunca quise lastimarte, vos te merecés lo mejor, la mejor vida, porque sos preciosa y la piba más maravillosa del mundo. Vas a formar parte de mi corazón aunque no quieras, contás conmigo incondicionalmente.

El mal momento va a pasar, por favor jamás vuelvas con ese pelotudo.

Pronto vas a estar con alguien que te erice la piel, que no voy a ser yo, y algún día voy a poder ser feliz a pesar de eso.


 

De alguna forma, uno siempre logra depurar su vida de la gente que no hace bien. Tu prioridad no fue llenarme de felicidad, fue alejarme de quien me había alejado de vos.

Cuidate, Virginia. Seguí escribiendo, conocé gente nueva, gente linda, que te sepan querer. Que te merezcan.

Y por favor, no te metas más en mi vida.

Berenice.

Nicolás & Valentina(s)

Todo lo que quiero que se vaya a la concha de su madre se llama Valentina. Así que a ustedes dos, mujeres imposibles, les deseo buen viaje.

Bien parecidas, aparte de tocayas, resultaron ser. Las dos chetas de zona norte, las dos con remeras de bandas y zapatillas flúo, las dos completamente vendehumo. Capaz hasta tienen gente en común y se ven en reuniones y se ríen de este pobre infeliz. Las imagino, bien agudas y tomando tragos con pepino. Suerte que ya no tengo que soportarte, Valentina. Ni escuchar esos grupos emergentes que te gustan porque (no) están de moda. Qué paja me daban tus amigos y sus jeans XXS. Tu siempre estar espléndida y tu siempre estar despeinada. Tu promedio de 10 y tu carrera crónica porque te dedicaste a otras cosas.

Valentinas, ahora me libré de ustedes y ustedes de mí; más bien ustedes de mí. Les deseo que se conozcan, las aliento a buscarse en facebook y juntarse a tomar un licuado. Una tiene la juguera y la otra, una verdulería al lado. No se priven de ustedes. No dejen pasar esta oportunidad de mirarse en un espejo empañado.

Y, lo más importante, júntense para retroalimentarse y así dejar de contaminar de mierda al resto. La gente como ustedes tiene que quedarse juntita y en el lugar, porque si no va dejando una estela de peste por donde pasa. De verdad, ¿no te sentís ni un poquito mala leche?

Hoy fui al baño, descargué bocha, miré el inodoro y a esa obra de arte le puse tu nombre.

Chúpense una pija, Valentinas.


 

Nicolás, salimos solo ocho meses hace más de tres años, pensé que para estas alturas todo el despecho y resentimiento que demostraste cuando te dejé te lo había curado el mismo tiempo. ¿Recién ahora te libraste de mí? Me encantaría sentirme afectada por tus palabras pero, para serte sincera, tu opinión me es completamente intrascendente.

Lamento que hayas corrido a los brazos de una chica con mis mismas características para tapar la ausencia que te dejé, pero solo vos sos responsable de haberte suministrado un reemplazo de mí. Lo bueno es que pudiste comprobar en dos personas distintas que no funcionamos. ¿Viste? Siempre tuve razón.

Doy por finalizado este asunto. Valentina, es una lástima que te hayas topado con Nicolás y que ahora recibas esto. Espero que sus palabras no te generen ningún tipo de rencor y que tengas tu historia con él tan superada como yo.

Cada persona es única, una remera de una banda y un par de zapatillas no definen la totalidad de una personalidad. Locales de Complot hay en todos lados y la juguera se me rompió. A mi novio le encantan mis tragos con pepino.

Que tengan una buena vida.

 

Enviado desde mi iPhone


 

Siempre supe que era el clavo que sacaba a otro clavo, pero pensé que casi tres años de noviazgo habían logrado posicionarme en un lugar de privilegio en la vida de Nicolás. Ya veo que no, que siempre fui eso, la reemplazante de alguien que le rompió el corazón. Un chivo expiatorio, una réplica barata.

Valentina, Nicolás quedó destrozado cuando lo dejaste, y ahí fue cuando lo conocí, en un recital Camaradas Pop. Lo primero que me dijo fue: “a mi ex le encantaba esta banda, vine con la esperanza de verla”. Vos nunca llegaste, yo estaba ahí y me llamaba como vos, pim pam pum, terminó durmiendo conmigo esa noche. Y así, en ese pantano asqueroso que es un corazón cuando apuesta y pierde, nació nuestra relación. Pero no tuvo nada de flor de loto. Al principio se comportaba de formas extrañas, por momentos era insoportablemente cariñoso y a veces pasaba días sin responderme. Yo entendía que atravesaba un duelo amoroso por eso me las banqué todas, todas. Me gustaba y aposté. Error.

Nicolás, nunca pudiste verme. Siempre fui la sombra de alguien de quien sí te habías enamorado, un regalo incompleto. Y si te dejé fue porque, básicamente, no estabas enamorado de mí. Cualquiera hubiera hecho lo mismo. No quería pasar un segundo más en la negación en la que viví durante tanto tiempo. Tus abrazos nunca me pertenecieron, tenían el nombre de una Valentina anterior. Todo lo que hacía no te alcanzaba porque, en definitiva, estabas esperando que fuera ella.

¿Sabés cuál es tu mayor problema? Para vos somos las dos lo mismo, y yo vengo siendo la extensión de la tarjeta. En tu cabeza nos igualaste porque así lo quisiste, pero dudo que ella se me pareciera en cada aspecto. Dudo que ella hiciera todo lo que yo hice por vos.

Si hubieras podido ver a la Valentina que soy, probablemente hoy todavía estaríamos juntos, porque yo sí te quería con pasión. Ni siquiera tuviste la dignidad de mandarme a la mierda a mí sola.

Dejá de hacerme sentir el plan B de tu vida, de nuevo.


 

Valentina, esto es para vos sola. ¿Cómo vas a ser tan hija de puta? Es como si con cada palabrita quisieras reforzar lo mucho que no te importo, que nunca te importé.

No busqué a alguien igual que vos, la encontré. Es distinto.

Me arruinaste para otras chicas y quizás, por tu culpa, dejé pasar al amor de mi vida.

Ojalá que a tu novio no le moleste lo mal que te limpiás el culo.

Sé feliz. O no. Qué carajo me importa.

 

Valentina, esto es para vos sola. Perdoname por no haberte dado el lugar de reina que te merecés. Ahora entiendo que me cagaste y me lo contaste para llamar mi atención, para que yo quisiera estar con vos con cada centímetro cuadrado de mi cuerpo. Te fallé. Pero ese día yo sentí que algo, lo que sea que fuera se había roto. No creo tener toda la responsabilidad en que lo nuestro se haya disuelto. No nos supimos querer. O estábamos desencontrados. O las dos cosas. Ojalá me perdones por seguir descuidándote hasta el mail anterior. Yo sufrí mucho con tu partida, se me voló el techo y de repente por dentro me cagaba de frío. Y nunca más me contestaste un mensaje, nada. Entiendo que era para preservarte, pero 3 AÑOS ES MUCHO TIEMPO PARA DE REPENTE DEJAR DE EXISTIR.

Sé feliz.

Ya, basta de ustedes dos. Una me hizo sufrir. La otra me hizo sufrir. Sabrá cada una rellenar ese significante.

En fin,

fin.


 

Me causa hasta gracia que hayan pasado diez días y Valentina (la original, la colonizadora, la que siempre tuvo que haber sido) no te haya respondido. No lo va a hacer, Nicolás. No le importás. Pero no te preocupes, no todos pueden valorar lo que realmente somos ni darse cuenta de la incondicionalidad que manejaríamos si nos dieran la posibilidad. Lo aprendí a la fuerza, tuve un gran maestro. Lamentablemente es así, hiciste todo lo que tuviste a tu alcance tanto para amarla como para olvidarla y nada funcionó. Somos tocayos en ese sentido, mi ella sos vos.

Recibo tu pedido de perdón con los brazos abiertos así como vos perdonaste mi infidelidad en su momento, pero es exageradamente injusto cargarme a mí con un desencuentro. Yo estaba ahí, lista, dispuesta, me tenías servida en una bandeja pidiéndote a gritos que me lleves a tu mesa. Pero pasaste de largo, no me elegiste. Ya tenías el plato completo con una historia anterior.

Desaparecí porque los duelos los proceso así, desapareciendo. Necesito distancia, toda la distancia que pueda. Dar por muertas a personas que siguen con vida es la forma que encontré para neutralizar el dolor que me genera cada ruptura amorosa. No es la más acertada ni la más coherente, ni siquiera es conveniente o aconsejable, pero es lo que puedo en este momento. Respeto mis limitaciones por sobre hacerme la superada y pregonar una falsa cordialidad. No está todo bien entre nosotros, no merecés que te responda los mensajes. Me sentí usada, insuficiente y disminuida durante demasiado tiempo; y el broche de oro fue este mail en donde ella es la destinataria y yo la “con copia a”. Soy la “con copia a” de tu vida.

¿Sabés qué? Me fui a la concha de su madre a donde me mandaste y la estoy pasando mejor que con vos.

Sé feliz, Nicolás. Hay muchas Valentinas en el mundo.


 

Ojalá que no sea la de Valentina. Todo por ahí huele mal.

Agustina & Milci

Nunca vas a recibir este mensaje porque tu página oficial la debe administrar alguno de tus cientos de asistentes, pero eso no importa porque al escribir por lo menos me estoy descargando, aunque sea a ciegas. Es lo único que tengo a mi alcance.

Lo que hiciste el sábado fue despreciable. Estuvimos toda la noche esperándote en la puerta del hotel Intercontinental con la esperanza de que en algún momento salieras a saludarnos, y no fuiste capaz de asomarte ni siquiera para firmar un autógrafo. Toda la noche, pegadas a una valla, pasando frío, teniendo sueño, gritando como desaforadas cada vez que alguien de tu staff nos decía: “sale en media hora” o “está retrasada pero ya viene”. Una mentira tras otra. Te fuiste como rata por una puerta de servicio y de ahí te mandaron para River, como si no existiéramos, como si nuestra presencia fuera descartable.

Milagros Cintia Pereyra, Milci (como tu nombre artístico indica) ya contás 23 años. No sos la nena prodigio que tuvo fama antes de tener dientes, sos una mujer adulta. Y sos argentina. Por más que vivas viajando por el mundo, sos argentina. No nos podés hacer esto a nosotros. Somos tu gente, los que compramos tus discos, los que miramos tus películas, los que estuvimos ahí desde el principio de tu carrera. Fui a todos tus recitales, ahora tengo 27 años y sigo tan incondicional como lo fui siempre.

¿Sabés cuál es el problema? Saqué una entrada para River. Pero lamentablemente no tengo la plata como para acceder a un lugar vip, ni mucho menos. Pude comprar en la platea más económica ahorrando durante meses, porque también quería llevar a mi hermanita, Rocío. ESE es el problema, Rocío. Te ama, está enamorada de vos. Se desvive por vos. Sabe las letras de tus canciones de memoria en todos los idiomas, se va a dormir dándole un beso a una remera con tu foto que usa de piyama. Te idolatra, sos su heroína.

Lamentablemente sólo pudimos verte como si fueras una muñequita de torta, allá, a la distancia, desde una platea alta perdida en un estadio. Nuestra única esperanza era el hotel. Rocío estuvo una semana preparándote un afiche que dice: “Milci te amo” en brillantina rosa y con una composición de fotos tuyas desde que eras bebé. Ni siquiera quisieron aceptárselo para hacértelo llegar.

Perdimos toda una noche esperando verte aunque sea un instante. No me voy a olvidar nunca la carita de tristeza de mi hermana cuando nos dijeron que ya te habías ido, que nos fuéramos.

Nosotros te hicimos, lo que tenés no lo obtuviste por arte de magia, estuvimos ahí bancando cada paso que diste. Somos la tierra en donde echaste raíces. Sin nuestro apoyo hubieras quedado sepultada en el olvido.

Espero que esto te llegue, en todas sus formas, y que te tomes un balde de humildad para no volver a pasar por alto que los que estamos pagando tu sueldo somos los fanáticos que nos privamos hasta de dormir para verte. Que un millón de discos son un millón de personas comprando tus discos. Que detrás de todos los números hay gente para la que sos un modelo a seguir. Y que si vos estás cansada, imaginate cómo lo está una nena que dedicó una semana de su tiempo a prepararte un regalo que nunca te pudo dar.

Ojalá que lo leas.

Agustina.


 

Vinieron tres asesores a hablarme de este mensaje con lo cual no pude ignorarlo. Además, quería saber de qué se trataba y por qué el escándalo. En primer lugar, lo obvio: gracias por escucharme y seguirme. La lealtad es uno de los valores más importantes en una persona. Después, gracias por escribirme.

Paso a explicarte: yo no soy dueña de mi tiempo hace mucho. No pido que se hagan o no se hagan cosas. No tengo potestad sobre el cronograma ni la grilla ni se me permite dar entreturnos. Entiendo que no debe haber nada más triste que ver a tu hermana decepcionada, pero lamentablemente yo no puedo ir a cada una de las chicas que me siguen y darles un beso, preguntarles por su novio, hacerles una trenza. Si tuviera el tiempo, tampoco lo usaría así. ¿Sabés hace cuanto que no como un asado en alguna casa de campo? Me la paso tomando clases de neutro. Clases de mi idioma.

Ya debo haber defraudado al 50% de las chicas de entre 8 y 15 años del país. Ni siquiera tengo tiempo de sentirme mal al respecto.

Vos tenés 27 años, creciste, ya no comprás este mundo de fantasía y querés ver a tu hermanita sonreír. Pero a mí no me importa. Lamento decirlo, suena horrible. Pero no me importa, necesito tiempo para mí. Tengo cansancio crónico y hace años que vivo en piloto automático. Tengo la vida que todo el que no tiene esta vida piensa que quiere.

Si querés, decime el nombre de tu hermana y te hago llegar un autógrafo con el último cd y dvd.

Sos una excelente persona, es hermosa tu forma de quererla y cuidarla.

Ojalá algún día le encuentre el botón de pausa a todo esto y no sea tarde para conocerla.

Besitos por mil, bemilcitos 🙂

Milci*

PD: Me parece que la chicana con mi nombre era innecesaria.


 

Calculo que ninguno de tus tres asesoras leyó esta respuesta, porque si no sería inexplicable que te permitieran escribirme en estos términos.

Tuviste la suerte de dar con la persona indicada ya que tengo la dignidad suficiente como para no hacer pública tu respuesta, y la comprensión necesaria como para no mandarte a la mierda con todo el respeto que tu: “querés ver a tu hermanita sonreír. Pero a mí no me importa.” me merecen.

Sos una maleducada y una desagradecida. Quizás tanto escenario te colocó en un lugar de superioridad por sobre el resto, pero te voy a pedir un favor: no digas que estás cansada. Por favor, no digas que estás cansada. O por lo menos, no me digas A MÍ que estás cansada.

Probablemente recostada en un diván en el consultorio de una psicóloga que atiende en un piso de la Avenida Alvear tus palabras tengan algún tipo de sentido, pero a mí, a mí ese cuentito caprichoso de la nena bien que no puede comer un asado me exaspera.

Yo tampoco soy dueña de mi tiempo hace mucho. Pero no porque mis obligaciones involucren cantar una canción para un estadio repleto de gente que me ama, tengo a mi mamá enferma.

Mi papá abandonó a mi mamá apenas nació Rocío, la última de cuatro hermanos. El mayor y yo somos los que laburamos y la estamos peleando para mantener a los dos más chicos y a mi mamá, que tiene cáncer. Ella no puede salir a trabajar y sin embargo cada tanto limpia alguna casa o hace alguna changa de costura para sumar un poco de plata a un pozo común que tiene que bancar un alquiler, el alimento de cinco personas, la educación de dos menores, la vida social de tres adultos y todos los gastos que se te puedan ocurrir por el simple hecho de despertarte. Mi mamá no tiene obra social pero por suerte los hospitales públicos se están portando de primera con ella.

Trabajo de martes a domingo en un hotel por Constitución, 12 horas por día. Mi hermano tiene una rutina similar. A veces trabajo los lunes (mi franco) para tener un resto económico que me permita, por ejemplo, llevar a mi hermanita un recital.

No solo que estoy inmersa en esta vorágine sino que tampoco tengo ninguna proyección de mejoramiento a corto plazo. Soy de las que cuentan monedas para llegar a fin de mes, literalmente. Mi ropa de salir estuvo colgada en mi placard durante meses y finalmente la vendí en una feria americana, con eso pude comprar los “regalos” de navidad del año pasado. No solo que no tengo tiempo de tener una vida, no tengo energía.

Así que, por favor, a mí, a mí no me digas que estás cansada. Por cierto, hermosas tus fotos con Justin Bieber en los MTV EMA 2015.

Mi hermana se llama Rocío, ya te lo había escrito en el primer mail. Rocío Heredia. Te daría mi dirección pero el contrato de alquiler se vence en un mes y no tenemos la plata suficiente como para renovarlo, todavía no sé a dónde vamos a ir a vivir.


 

Lamento mucho por lo que pasaste y estás pasando. No pretendo hacer de este intercambio una batalla de victimizaciones. No es lo que vos querés tampoco, creo.

Se merecen mejor vida, sin dudas.

Ahora bien, yo trato de hacer mi trabajo lo mejor que puedo, y dar toda la alegría que no tengo. Me arrastran del escenario, al camarín, a la combi, al escenario, al camarían, a la combi y al hotel practicamente todos los días, y no digo ‘Pobre Milagros, ella y su fama incontrolable”. Hago lo que puedo. Si no salí es porque no podía.

Tampoco deposites toda la culpa que el destino y tu papá tuvieron por todo esto que parís a diario en mí. Recordá que no nos conocemos y la única responsabilidad, si así querés llamarle, que tengo para con vos es brindarte un espectáculo por la entrada que pagaste.

Sé que tu acercamiento no fue ni a palos en busca de esto, pero te anexo dos contactos de propiedades con las que ya habló mi representante y pueden permitirte/les vivir ahí sin costo por un año. Los gastos de la casa, luz y esas cosas, deberían correr por tu cuenta. Pero no van a pagar alquiler ni expensas. No te van a dejar en banda, ya está todo cubierto.

Si querés, tomalo como una disculpa por trazarle la decepción a Rocío en la cara. Si no, consideralo una ayuda personal. De mí a vos, para hacernos entre nosotras la vida menos complicada.

Te repito, si me das tu dirección actual te mando todo lo que editó el sello este año. Y tengo carpetas y mochilas para mandarte también.

Nada soluciona, lo sé.

Ni siquiera emparcha.

Pero quizás los 15 minutos de alegría que tiene al cambiar sus útiles de cartuchera, le hacen el día a ella y a vos te mueven las nubes grises un poco para allá.

Sé que vivimos realidades diametralmente distintas, pero no nos inyectemos culpa que, en todo caso, lo que hace es amargar las cosas un poquito más.

PS: Tengo la ropa de los shows del año pasado en utilería del teatro. Es algo extravagante, pero alguna podría quedarte y Rocío quizás, alguna fiesta de disfraces tenga.


 

Cuando recibí tu mail me enojé muchísimo, sentí que estabas haciendo caridad conmigo, pero una caridad forzada, con el culo sucio. Mi intención nunca estuvo basada en obtener un beneficio económico de todo esto, simplemente quería hacerte saber lo que había atravesado con mi hermanita el día del hotel. Dejé pasar el tiempo y recién cuando realmente no me quedó otra (estábamos prácticamente en la calle) llamé a los contactos que me anexaste.

No tengo palabras para agradecerte, cualquier tipo de discurso le quedaría chico a tu gesto. El departamento es hermoso, muy lujoso, amplio, tenemos hasta un jardincito. Tu representante le hizo llegar a Rocío los discos, las carpetas, la ropa. Jamás vi sonreír a mi hermanita de esa manera, le da besos hasta a las zapatillas que tienen tu nombre. El pase VIP para los recitales es realmente demasiado, ¿cómo te lo puedo agradecer? No hay manera, no me alcanza la vida.

Tu representante también puso en contacto a mi mamá con un grupo médico especializado y se ofreció a pagarle el tratamiento, se conmovió mucho cuando la vio tan desmejorada. Ahora ella llora de emoción todas las noches y reza por vos, por tu bienestar, por lo que hiciste por nosotros.

Con la plata que vamos ahorrar tengo pensado organizar un viaje en algún momento, quiero que mis hermanitos conozcan el mar.

Lamento que hayas perdido el control de tu tiempo, y con todo el egoísmo que eso significa, quiero decirte que te necesitamos. Tu sola presencia nos hace felices. Ojalá que encuentres los espacios que te hacen falta, pero por favor, nunca dejes de entretenernos. La vida es dura pero se hace mucho más llevadera con tu foto en la pared.

Persiguiendo tu sueño nos estás mejorando a nosotros, muchas gracias por darnos la magia que sentimos en el cuerpo cuando entrás a un escenario a cantar una canción.